En la mesa descansa una copia de Aplaudan en la luna, el último lanzamiento de los argentinos Illya Kuryaki & The Valderramas, un registro en vivo que los muestra en su elemento: maestros de ceremonia en de la misa funk, azuzando el jolgorio con salmos probados tipo Jennifer del Estero o Coolo. Emmanuel Horvilleur y Dante Spinetta, sin embargo, están de visita en Santiago con ropajes menos habituales: como invitados musicales al Festival Internacional de Innovación Social 2014 , Fiis (ver recuadro), y encima, en formato acústico, modalidad inédita durante sus presentaciones previas en Chile.

"Mezclarnos con otros músicos e ideas es siempre enriquecedor. Antes era más difícil: recuerdo haber tocado acá en los años 90 con Marilyn Manson (1996) y eso no llegó a buen puerto. Ahora la gente aprendió a mezclarse", comenta Horvilleur. Spinetta asiente. Sentados en un hotel capitalino, el rapero transandino desgrana la importancia de un show inédito en sus años recientes: "El unplugged desnuda, y de golpe entiendes las canciones de otra manera. Eso generó que este show que vamos a hacer es rico para nosotros también, históricamente. Nuestro ingeniero lo tiene que grabar, porque lo seguiremos haciendo".

Es un registro menos habitual en ustedes. ¿Está en sintonía con algún estado de ánimo reciente?

Emmanuel Horvilleur: es algo que tuvimos que preparar especialmente para esto. Nos pusieron a trabajar.

Dante Spinetta: siempre, con todos los discos, ha habido momentos íntimos. Pero sí es cierto. Para el próximo disco de Illya Kuryaki nos vamos a ir por un lado más emocional. Tenemos ganas de explorar nuestro mundo de canciones y de optimizarlo. Vamos creciendo y nos sentimos representados en esa realidad más espiritual. Es loco ver como la gente llora cuando tocamos Aguila amarilla.

Esa canción es un homenaje a su padre, Luis Alberto Spinetta, fallecido en febrero de 2012. ¿La siente de manera distinta con la distancia?

DS: obvio. Uno va aceptando las realidades y te vas adaptando. Acostumbrando. Cuando la hicimos (apareció en Chances, su álbum de regreso, publicado ese mismo 2012) fue muy difícil, porque había que abrirse y conectarse con ese dolor, que todavía era un dolor puro. Pero el disco es sobre avanzar y compartir ese dolor con la magia. Por eso Chances: por todo lo que se abre, por las posibilidades.

¿De qué forma pudo ser similar al dolor por la muerte de Gustavo Cerati? ¿Están en un proceso similar, en esa etapa del "dolor puro"?

EH: es distinto. El tiempo de procesarlo fueron esos cuatro años extraños, de limbo para todos. No sabemos cómo fueron para él. Es todo muy triste. Somos amigos de su familia, de sus amigos, de él. Nos puso muy mal. Hay un montón de cosas que pudimos plasmar también en nuestra música, de dedicarle canciones, de rendirle tributo. Por otro lado, es complejo, porque pese a esos cuatro años, su partida es algo muy reciente. Y más todavía cuando nos hemos dedicado a tenderle un abrazo a la gente querida.

¿Existe intención de rendirle tributo por alguna vía?

DS: seguramente van a venir cosas. Y si son canciones, tienen que florecer, no se pueden apurar y ya vendrán. El tiempo ya no importa tanto. Mi padre y Gustavo Cerati, ellos ahora ya son inmortales. Entonces, lo que hagamos puede pasar en el disco que viene o en otra vida. El tiempo ya no pasa más en ellos. Y nuestra manera de rendir tributo a los grandes es tratar de seguir sus pasos. A Soda Stereo en su profesionalismo. A mi papá con ese consejo de "siempre tirá para arriba, subí la vara". Cada uno en su estilo.