Después de cuatro años de estancamiento de la reposición de capital físico en las empresas en Chile, las expectativas alcistas para el próximo ciclo económico estarían desde ya reflejándose en las compras al exterior de los bienes de capital. Esto porque más allá del moderado avance de 3,4% de la importación de estos productos en 2017, sumando US$ 12.638 millones, lo cierto es que la cifra termina así con una racha negativa que se extendía desde 2012, ciclo a la baja que no se veía en la economía chilena al menos desde 1980, según lo muestran los registros del Banco Central.

De esta manera, si bien el incremento de las importaciones de vehículos de trabajo, maquinarias, calderas, bombas y compresores está lejos de los niveles de 2010-2013, cuando promedió un crecimiento de 27,3% anual, expertos prevén un robustecimiento de este indicador líder este año, que vendría de la mano de un impulso de la inversión en el país.

De hecho, el Banco Central adelantó una caída de 2,5% para la inversión en 2017 (también completando cuatro años a la baja), pero para este año proyectó un alza de 3,1% en su último Informe de Política Monetaria, principalmente gracias a la recuperación del sector minero, pero también por un mejor escenario externo y una recuperación de las confianzas del empresariado. Reafirmando este escenario, el presidente del Banco Central, Mario Marcel, señaló a La Tercera el domingo pasado que "la prioridad que ha declarado el presidente electo sobre la inversión es auspiciosa".

En el desglose de productos, se observa que las importaciones de bienes de capital se apoyaron principalmente en camiones y vehículos de carga (US$ 1.982 millones), con un avance anual de 27,4%, el incremento más relevante desde 2010. En tanto, la compra al exterior de maquinaria para la minería y la construcción avanzó 12,6% en 2017, totalizando US$ 629 millones. Entre otros, la compra de calderas de vapor (23,1% anual), aparatos electrónicos (14,2%), y el conjunto de bienes agrupados en "otra maquinaria" (13,9%), también dieron cuenta del impulso para la inversión en el país.

Proyecciones

Tomando en cuenta la recuperación del ciclo en la minería, que tiene un uso intensivo de máquinas e infraestructura, el académico de la U. Mayor, Tomás Flores, afirmó que la inversión total podría incluso crecer "más de 6%", lo que traería aparejado un avance de las importaciones de bienes de capital "superiores a 10% anual".

Coincidiendo, Alejandro Alarcón, economista de la U. de Chile, indicó que la internación de bienes de capital es "una de las variables más importantes para proyectar el comportamiento de la inversión", asegurando que los sectores minero y manufacturero, pero también los servicios y la agroindustria, apoyarían un crecimiento al menos de 10% de la importación de bienes de capital. Con esto, puntualizó Alarcón, la inversión crecería 5% en 2018.

En cambio, Cristóbal Gamboni, economista de BBVA Research, indicó que para los bienes de capital esperan una cifra similar a la señalada por el Central para la inversión (3,1%), sobre todo porque "por el lado de la construcción y otras obras, la formación bruta de capital fijo podría ser cercano a 0%, no vemos una recuperación en lo inmediato".

Eso sí, Gamboni aseguró que el otro componente de la inversión, maquinaria y equipos, tiene una correlación prácticamante 1:1 con la importación de bienes de capital, afirmando que "uno podría esperar algo más que el 2017, quizas no a 20%, pero hay un ambiente propicio para superar el 3,4%, en parte por un tipo de cambio que apoya la compra de bienes al exterior".

Finalmente, el economista jefe de Fynsa, Nathan Pincheira, apuntó a un alza cercana a 3% de la inversión en 2018, y explicó que el componente de maquinaria y equipos "pesa entre un 30% a 40% a lo más dentro de la inversión total".

Balanza comercial

Mientras, marcando su punto más alto desde 2014, las exportaciones registraron US$ 68.306 millones el año pasado (alza de 12,7%), terminando con la contracción que se venía dando desde 2012. Esto, en base a un fuerte impulso del cobre, que marcó ventas por US$ 34.043 millones (45,3% del total), es decir, un avance de 21,2% frente al año anterior.

En tanto, las importaciones sumaron US$ 61.399 millones, también el monto más alto desde 2014, con lo que terminó con una racha de cuatro años a la baja (subieron 10,9% frente a 2016). En este caso destacó la importación de bienes de consumo (18,1%), con un sustento relevante en la compra de automóviles (29,6%).

A su vez, productos ligados a la generación de energía, como el petróleo (37,9%), el diésel (16,2%), el carbón mineral (31,6%), y el gas natural licuado (19,9%), también vieron un importante incremento en 2017.

Con esto, la balanza comercial arrojó un saldo positivo por US$ 6.908 millones, el mayor superávit desde 2011.

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