Impresora 3D de viviendas levanta 150 casas en Chile
Empresa a cargo del equipo proyecta cerrar este año contratos por US$ 10 millones. Robotización reduce tiempos en un 30%.
Con un año en el país y cinco meses funcionando, la primera impresora 3D de viviendas en Latinoamérica cuenta con contratos cerrados por US$ 6 millones. Llegó a Chile de la mano de Baumax con el objetivo de generar un impacto en la productividad de la construcción, principalmente gracias a la reducción de un 30% en el tiempo versus el sistema tradicional.
Actualmente están desarrollando cerca de 150 casas en Estancia Lircay, El Peñón, Monte Piedra, Padre Hurtado, Aguas Claras y Los Bosques, más otros seis proyectos en La Reina. Para este año, desde Baumax señalan que la meta es levantar 500 casas que irían desde los 55 metros cuadrados (m2) a los 270 m2. También calculan contar con una cantidad de entre 10 a 12 proyectos grandes, es decir, con casas de entre 500 m2 y 1.000 m2 a fines de 2017 y un número mayor en proyectos pequeños.
"Ya estamos trabajando en ampliar nuestra gama de clientes, para esto estamos en conversaciones con varios de los principales actores en el mercado de viviendas", dice Pablo Kühlenthal, gerente general de Baumax. En ese sentido, agrega que ya están en proceso de dar inicio a la construcción de edificios de hasta 5 pisos.
Para el desarrollo de alguno de sus proyectos de casas construidas mediante tecnología automatizada se encuentran trabajando con Inmobiliaria Manquehue.
Su proyección para este año es llegar a los US$ 10 millones en flujos de contratos cerrados y acercarse a los US$ 20 millones en 2018.
Viviendas sociales
Asimismo, participar en el desarrollo de proyectos de viviendas sociales ya está en evaluación con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. En ese sentido, desde Baumax trabajan con Elemental, el do tank creado por el arquitecto Alejandro Aravena. "El interés es poder ofrecer al gobierno y a proyectos privados una arquitectura de nivel mundial de manera masiva, a precios competitivos y con calidad superior, apostando a que en Chile se mejore el estándar de las viviendas y sus barrios", señala Kühlenthal.
Así, el ejecutivo afirma que la velocidad de producción y de montaje es rápida, con lo que una casa de 140 m2 puede ser producida en un día y montada en tres días. "La flexibilidad en el diseño y producción permite que las unidades se vayan fabricando secuencialmente para que en obra puedan ser montadas de manera muy eficiente y ordenada, reduciendo la cantidad de escombros y contaminación ambiental y acústica que generan los actuales sistemas de construcción", dice.
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