El museo Frida Kahlo inauguró ayer la exposición "Frida Kahlo, sus fotos", una colección de más de 200 instantáneas que muestran la vida de la pintora mexicana y su entorno y reflejan la importancia que este arte tuvo para ella desde que nació.

Hija y nieta de fotógrafos, Frida Kahlo siempre estuvo rodeada de fotografías y heredó la pasión de hacerlas y coleccionarlas, afición que hizo que la Casa Azul, su casa museo, tenga hoy un archivo de más de 6.500 fotografías.

A éste pertenecen las 200 instantáneas expuestas a partir de ayer y divididas en seis temáticas diferentes cercanas a la vida de Frida: sus padres, la Casa Azul, su cuerpo roto, sus amores, la fotografía de autores destacados y el ojo de Diego, en referencia a Diego Rivera.

Estas fotografías no sólo le sirvieron a la pintora como recuerdo, sino también como herramienta de trabajo y como medio para sobrevivir a la soledad que le trajeron sus enfermedades.

La muestra será expuesta en una ampliación de las instalaciones del museo, un edificio contiguo a la Casa Azul que se ha dividido en cinco salas incorporadas al museo para exhibir las exposiciones temporales.

Así, en la primera sala están los retratos familiares más significativos de la pintora, imágenes de grupo y algunos autorretratos de su padre, Guillermo Kahlo.

La segunda sala está dedicada a la Casa Azul y en ella hay retratos de Frida en la casa así como de la pintora con sus familiares y amigos disfrutando de su vivienda.

La sala tercera está dedicada a Frida y su enfermedad, a su cuerpo roto debido a un grave accidente que la mantuvo por meses en la inmovilidad.

Hay retratos tomados en hospitales y artículos médicos que Frida utilizaba como unas pinzas, medicamentos o una placa de rayos X de la columna vertebral de la pintora.

Además, hay una parte dedicada a las fotografías de las que Frida recortaba el rostro por ser personas que o quería tener más cerca o no quería ver más y también fotografías de indígenas y piezas arqueológicas.

En la sala cuarta aparecen los amores de la pintora y hay retratos, sobre todo, de Diego Rivera y también de otras personas amadas por Frida como Tina Modotti o Dolores del Río.

La sala quinta está dedicada a destacados fotógrafos que muestran la visión que tenían de México y de sus protagonistas y contiene instantáneas de artistas como Man Ray, Martin Munkácsi, Fritz Henle, Edward Weston, Brassai, Tina Modotti, Pierre Verger, Lola y Manuel Álvarez Bravo o su propio padre.

Por último, la sexta sala, "El ojo de Diego", está dentro de la Casa Azul y está dedicada a las fotografías que Diego tomó y con las que repasa cuestiones políticas o tecnológicas que el pintor utilizo para sus lienzos y muros.

Paralelamente a esta exposición se editará un libro con el mismo título, "Frida, sus fotos", que contiene más de 500 imágenes del archivo de la Casa Azul.