En 2010, un panel de científicos del Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos (NRC, sus siglas en inglés) hizo un reporte sobre los proyectos de astronomía y astrofísica que liderarían la próxima década. En su lista, destacaron a CCAT, un telescopio con un lente de 25 metros, que se ubicará en el  cerro Chajnantor, a 5.600 metros de altura, lo que lo convertirá en el radiotelescopio más grande, a mayor altura del mundo.

La estructura estará emplazada muy cerca del radiotelescopio Alma, y ambos son parte del Parque Astronómico de Atacama, que con sus 36.347 hectáreas será el conjunto de observatorios más grande y a mayor altura del mundo.

Hoy, el gobierno, a través de Conicyt y el Ministerio de Bienes Nacionales, dará inicio formal a las obras de construcción del parque, que incluye los primeros trabajos de ingeniería, como la construcción de caminos, la implementación eléctrica e inspecciones geológicas y topográficas para el levantamiento posterior de los telescopios CCAT y de TAO (Observatorio de la U. de Tokio), óptico-infrarrojo de 6,5 metros, que estará a 5.640 metros.

Las condiciones únicas para la observación y el fácil acceso a la planicie por medio de la ruta internacional de Jama, hacia la cumbre del Chajnantor y los cerros aledaños, lo han convertido en la zona ideal para la exploración del cielo a nivel mundial. Aprovechando eso, el parque permitirá potenciar a la región como el máximo centro mundial de astronomía.

"Es un sistema cooperativo que permite que muchos proyectos lleguen a un lugar que está estructurado y organizado y eso permite instalar observatorios que nos pueden llevar a mayores descubrimientos", dice Eduardo Hardy, director de Associated Universities Inc. (AUI), en Chile, parte del consorcio a cargo de CCAT.

"Chile dio un paso muy importante para ser un actor principal en astronomía. Ha tomado una gran decisión al tener un parque donde habrá varios tipos de telescopios", agrega Osamu Matsubara, representante legal de la Corporation National University de Japón.

SUPER ANTENA

El observatorio CCAT estará a cargo de un conglomerado de universidades norteamericanas y europeas, además de AUI, que incluye a la U. de Cornell, el California Institute of Technology, la U. de Colorado, entre otras.

El telescopio, que comenzará a operar en 2019, con una inversión global de US$ 110 millones, observará el cielo en longitudes de onda  submilimétrica y permitirá estudiar los sistemas planetarios y la evolución del Universo, entre otros.

"Las ondas submilimétricas son microondas y por eso que hay que irse tan arriba para observarlas, porque tenemos que alejarnos del vapor de agua. En la cocina cuando uno calienta un alimento, lo que las ondas hacen es excitar las moléculas del agua y así lo calientan, pero nosotros queremos evitar que eso pase cuando observamos un astro fuera de la atmósfera de la Tierra, porque si eso pasara, el agua de la atmósfera capturaría toda la radiación que queremos medir", explica Hardy.

El plato parabólico de 25 metros de diámetro será la antena submilimétrica más precisa jamás diseñada. Utilizará grandes cámaras y espectómetros para investigar el cielo, lo que proveerá a este proyecto de una combinación sin precedentes de sensibilidad y resolución a lo largo de un campo visual muy amplio.

EL OPTICO MAS ALTO
TAO, el óptico-infrarrojo de 6,5 metros de diámetro, y que estará listo en 2019, ya ha adelantado trabajo para la llegada de nuevos telescopios, creando un sendero sobre el que se construirá el camino para llegar a los 5.640 metros.

El mini-TAO, prototipo de un metro de diámetro, ya está en el lugar y entrega imágenes desde 2010.

Matsubara dice que el proyecto consiguió 50 millones de dólares para las etapas siguientes. Hoy están diseñando el instrumento y el domo que lo protegerá.