Cientos de locales comerciales ardían hoy en el antiguo mercado de Aleppo, luego de que los combates entre los rebeldes y el Ejército en la ciudad más grande de Siria amenazaban con destruir el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
La guerra civil que actualmente arrasa Siria ha dejado un saldo hasta ahora de más de 30.000 muertos, de acuerdo a una organización de derechos humanos.
Pero más allá del costo humano dramático, muchos de los tesoros históricos de Siria también han sido víctimas de un conflicto que ya se extiende por 18 meses y que ha reducido a ruinas algunas ciudades del país.
Los rebeldes que luchan para derrocar al Presidente Bashar Assad habían anunciado una nueva ofensiva en Aleppo, centro comercial de Siria de 2,5 millones de habitantes.
En Aleppo, activistas que hablaron mediante Skype dijeron que los francotiradores del Ejército hacían imposible acercarse al Zoco al-Madina, el mercado medieval de callejuelas de piedra y fachadas de madera tallada de la Ciudad Vieja, alguna vez una importante atracción turística.
Videos subidos a YouTube mostraron que oscuros nubarrones se cernían sobre el horizonte de la ciudad. Activistas dijeron que el incendio pudo haber sido iniciado por los bombardeos y los tiroteos del viernes, y se estima que entre 700 y 1.000 locales comerciales han sido destruidos hasta ahora. La información es difícil de verificar debido a que el gobierno restringe el trabajo de los medios de comunicación extranjeros.
La Ciudad Vieja de Aleppo es una de las varias zonas de Siria declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la agencia cultural de Naciones Unidas, y que corren riesgos producto de los combates.
La Unesco considera que cinco de los seis sitios patrimoniales de Siria - que también incluyen la antigua ciudad de Palmira, emplazada en el desierto, la fortaleza de Crac des Chevaliers y partes del viejo Damasco - han sido afectadas por la guerra civil.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización con sede en Gran Bretaña y que cuenta con una red de activistas en todo Siria, dijo que las fuerzas de Assad y los rebeldes se han acusado mutuamente de originar las llamas.
NADIE GANA
Activistas también informaron de fuertes enfrentamientos en Bab Antakya, una puerta de piedra de la Ciudad Vieja de Aleppo la cual se encuentra en las antiguas rutas comerciales y sobrevivió a un desfile de gobernantes a lo largo de su construcción entre los siglos XII y XVII.
Los rebeldes dijeron que habían tomado la puerta, pero algunos activistas sostuvieron que los combates continuaban y que ninguna de las partes estaba realmente controlando el lugar.
"Nadie realmente está ganando aquí, son sólo combates y más combates, y personas que huyen aterrorizadas", dijo en un contacto telefónico un activista que no quiso ser identificado. El activista sostuvo que en algunos barrios los cuerpos yacían en las calles y los residentes no los recogían por temor a los francotiradores.
Más de 40 personas han muerto el sábado producto de los enfrentamientos en toda Siria, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
El estancamiento militar en Siria también se refleja en el plano diplomático, en momentos en que las potencias extranjeras se encuentran estancadas sobre cómo actuar. Los estados occidentales y los países árabes del Golfo Pérsico respaldan a la oposición pero la mayoría parece reacia a intervenir, mientras Rusia, China e Irán apoya a Assad.
Los combates se han trasladado más cerca de zonas fronterizas y algunas balas y cohetes han afectado a países vecinos como Líbano, Irak y Turquía. Ankara advirtió que tomará medidas si su territorio era atacado de nuevo, luego de que una bomba de mortero alcanzó el viernes una ciudad al sureste de la frontera.
En tanto, un asesor del líder supremo iraní, el ayatola Ali Khamenei, dijo que confiaba que el Gobierno siro vencerá a los rebeldes.
"La victoria del Gobierno sirio contra la oposición interna y sobre Estados Unidos y otros partidarios occidentales y árabes, será una victoria de la República Islámica de Irán", dijo Ali Akbar Velayati, según la agencia estatal de noticias IRNA.