Miles de bomberos en el estado norteamericano de California continuaron avanzando hoy para contener los devastadores incendios cerca de Los Angeles que comenzaron hace una semana, pero debido a las altas temperaturas se mantiene la alerta.

El jefe de operaciones del cuerpo de bomberos Carlton Joseph dijo en el canal de televisión KTLA que los incendios no fueron originados por el impacto de un rayo, sino que fueron provocados por personas, sin dar más detalles.

En tanto, el Servicio Forestal de EEUU  añadió que como resultado se inició una investigación por homicidio tras la muerte de dos bomberos, que perecieron luego que el vehículo en que viajaban cayera a un barranco cuando intentaban luchar contra las llamas.

Un portavoz del departamento de policía del condado de Los Ángeles indicó que en estos momentos se busca a quien inició los incendios que arrasaron más de 58 mil hectáreas.

La determinación de que el origen de los siniestros fue intencional fue anunciada después de que las autoridades aplicaron el miércoles procedimientos de escena de un crimen al punto donde habrían comenzado los incendios.

El lugar, situado en una ladera carbonizada a 4 kilómetros al norte de La Canada Flintridge, al noreste de la ciudad de Los Ángeles, fue rastreado por agentes de bomberos y del departamento del Sheriff que removieron ceniza y suciedad en busca de pistas que ayuden a esclarecer la forma en que comenzó el fuego.

Según el sub comandante del Servicio Forestal, el incendio fue causado por una o varias personas.

Hasta la tarde de ayer, el fuego estaba contenido en un 40%, tras quemar unas 58 mil hectáreas.

Si bien los incendios siguen siendo considerados una amenaza para unas 12 mil viviendas, se está moviendo en dirección a áreas despobladas.

Miles de habitantes que habían evacuado sus viviendas pudieron regresar a sus hogares, pero 64 casas quedaron reducidas a montones de cenizas.

Aunque el fuego pudo ser alejado de las zonas residenciales, densas nubes de humo se elevaban todavía sobre la periferia de Los Angeles, por lo que las autoridades sanitarias aconsejaron no practicar actividades al aire libre debido a la contaminación del aire.

El incendio masivo en esta región forestal es considerado como uno de los más asoladores en la corta historia de la ciudad de Los Angeles. El inmenso fuego ha dejado un enorme agujero negro en una de las áreas naturales más populares en las inmediaciones de la urbe. Entre otros, quedaron totalmente quemadas grandes áreas de pinares y matorrales.

Las operaciones de extinción han costado más de US$27 millones de dólares, según informó el diario Los Angeles Times.

Hasta el momento dos bomberos han muerto y 14 resultaron heridos.