Más de mil casas han sido destruidas por al menos 57 incendios forestales en Texas, la mayoría de ellas arrasadas por un fuego devastador cerca de la capital, Austin, que hoy seguía fuera de control.

Según las autoridades locales se han quemado más de 40.600 hectáreas en el estado, afectado por una sequía. La cifra al año llega a  1,2 millones de hectáreas quemadas.

De las casas siniestradas, unas 600 estaban en el condado de Bastrop, a unos 40 kilómetros de Austin. Se espera que el número de viviendas destruidas siga subiendo a medida que los funcionarios evalúan las zonas más afectadas.

Para la jornada se pronosticaron vientos más tranquilos, lo que ayudará a los bomberos en la lucha contra los incendios, que estallaron cuando los fuertes vientos alimentados por la tormenta tropical Lee soplaron sobre Texas durante el fin de semana, alargado por el festivo nacional del Día del Trabajo, el lunes.

La vocera del Servicio Forestal de Texas, Victoria Koenig, dijo que era demasiado pronto para determinar cuánto se avanzó durante la noche para combatir el fuego en el condado de Bastrop

Al menos 5.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares en el condado de Bastrop y cerca de 400 acudieron a refugios de emergencia, informaron fuentes oficiales ayer. Las actividades escolares y otras relacionadas fueron canceladas.