Los enredos por la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) no terminan y este jueves la Alta Corte dio un duro golpe al gobierno de la conservadora Theresa May al dictaminar que este "no tiene potestad" constitucional para ejecutar el Brexit sin obtener una previa autorización del Parlamento.
Este tribunal de Londres falló a favor de un grupo de ciudadanos, liderados por la empresaria Gina Miller (ver recuadro), que cuestionó que el Ejecutivo pueda activar unilateralmente, sin mediar votación parlamentaria, el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que daría inicio al período de dos años de negociaciones para salir del bloque.
Al pronunciar su dictamen, que niega que el gobierno pueda recurrir a la llamada "prerrogativa real" para impulsar sus planes, el jefe de los jueces, John Thomas, aclaró que la decisión "es una pura cuestión legal". "El tribunal no valora ni expresa ninguna opinión sobre los méritos de abandonar la Unión Europea: esa es una cuestión política", subrayó.
El 23 de junio pasado el 52% de los británicos votó por salirse de la UE, mientras que un 48% optó por la permanencia . La decisión judicial provocó un terremoto político en el país y dejó en incertidumbre el Brexit. A continuación las claves para entender el proceso tras este fallo:
* Respuesta del gobierno
El gobierno ya anunció que apelará al fallo y tiene permiso para hacerlo ante el Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial, que ya fijó el 7 y 8 de diciembre para la audiencia. Según el diario The Guardian, es seguro que esta instancia va a ratificar la decisión de la Alta Corte. El periódico señala que es probable que el supremo sea extremadamente sensible a la opinión pública sobre el rol de la corte y sobre si está tomando decisiones que son más políticas que judiciales.
May anunció durante el reciente congreso anual del Partido Conservador su intención de activar el Artículo 50 antes de finales de marzo de 2017, algo que ahora dependerá de la decisión de los tribunales. La primera ministra hablará hoy con el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, para analizar el veredicto.
* Situación del Brexit
Los analistas coincidían que la decisión de hoy no va a detener el proceso de la salida de Reino Unido de la UE, pero que sí lo enturbia. "Es una batalla que es probable que se luche y el gobierno apelará contra la decisión, pero al margen de eso, lo que muestra es que la batalla por el Brexit está lejos de terminar. El Parlamento determinará los términos en los que dejaremos la UE. Aunque la falta de consenso sobre cómo será cualquier acuerdo del Brexit significa que finalmente puede que nunca ocurra", dijo a La Tercera, Jon Tonge, profesor of de políticas de la Universidad de Liverpool.
* Rol del Parlamento
En sus manos estará la decisión del Brexit y no está claro cómo votarán. Por un lado, la mayoría de los parlamentarios respaldaron la opción por la permanencia en el bloque. Sin embargo, la mayoría representa distritos que votaron por la salida del país de la UE. El diario The Guardian dice que esto apunta directo al corazón de cómo funciona la constitución británica. Es decir, si votarán de acuerdo al deseo de sus distritos o si "en su mejor juicio" dejarán al electorado decidir si quieren que permanezcan en sus puestos en la próxima elección.
Sin embargo, el periódico recordó que un 70% de los escaños laboristas votaron por la opción del Brexit, por lo que sería un suicidio electoral para ese partido rebelarse ante esto o incluso abstenerse. De hecho, eso podría abrirle las puertas al euroescéptico, Ukip.
El secretario del Brexit, David Davis, destacó -según la BBC- que los parlamentarios votaron seis a uno para que se realizara un referendo, pero el fallo dice que la consulta tenía un carácter más de asesoría que de obligación. Así es que aún cuando los parlamentarios votaron por el referendo, la forma en que se estableció no les dio la autoridad para gatillar el artículo 50.
* Elecciones anticipadas
Los expertos coincidían tras el dictamen que esa era la opción más viable para resolver este problema. Esto, porque de efectuarse una votación los parlamentarios deberían votar entre lo que creen es correcto o respetar el voto popular. Sin embargo, se necesita un respaldo de dos tercios para que se convoquen las elecciones generales y es poco probable que los laboristas respalden esta opción.