El 13 de abril de 2016, la vieja fábrica Bellavista Oveja Tomé, que se ubica frente al mar, dando la bienvenida a Tomé, en la Región del Biobío, fue declarada Monumento Histórico Nacional por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Hoy, sin embargo, a poco más de un año, la declaratoria aún no consigue la firma final de la ministra de Educación, Adriana Delpiano, para oficializar el decreto, debido a que los propietarios de la empresa interpusieron un recurso ante el Tribunal Constitucional. El objetivo sería evitar que aquella declaración se concrete.
La empresa arrendataria del inmueble, Grupo Sabat, bajo el consentimiento del propietario, Banco de Chile, ingresó al Tribunal Constitucional (TC) un requerimiento de inconstitucionalidad amparándose en el artículo 12 de la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales.
El documento, ingresado el 1 de junio de ese mismo año, señala que "esta parte entiende que la declaración de Monumento Histórico del inmueble referido vulnera las garantías constitucionales de mi representada, ya que por causa sobreviniente se efectuarán regulaciones expropiatorias que impiden el ejercicio del derecho a la propiedad garantizada en la Carta Fundamental".
Del siglo XIX
Fundada en 1865 por Guillermo Délano, la empresa textil fue parte importante del desarrollo económico e industrial del Biobío. Su materia prima era principalmente la lana de oveja, que llegaba desde la Patagonia chilena y argentina, para la elaboración de telas y otros productos manufacturados.
En 1897 fue su época de esplendor. Carlos Werner, propietario de la época, construyó una iglesia, un mercado, un gimnasio y casas para sus trabajadores, además de ampliar y modernizar con tecnología su fábrica, que en ese tiempo era el corazón de la ciudad.
Ahora, la comunidad quiere defender esos 152 años de historia. Rodrigo Núñez es el coordinador de la Mesa Ciudadana por el Patrimonio de Tomé, y explica que temen un fallo del TC a favor de los dueños.
"Cuando nosotros conversamos con el gerente (Luis Bartoli), él dijo que quiere seguir produciendo y que la fábrica siga trabajando como textil. Pero lo que nosotros creemos es que se pidió a la municipalidad un cambio de uso de suelo para poder construir departamentos. Algo que no queremos. Nuestra intención es que la fábrica se mantenga como inmueble y que no se destruya lo que llevó a Tomé a ser conocida en todo el mundo", contó.
El seremi de Educación del Biobío, Sergio Camus, explicó que la ministra Delpiano no ha firmado el decreto, ya que está a la espera del pronunciamiento del TC. "Legalmente, a la ministra le corresponde oficializar las declaraciones del Consejo de Monumentos y no puede dictar el acto administrativo de la declaratoria mientras no esté resuelto el requerimiento del Tribunal Constitucional. El propietario, dentro del plazo que le otorga la ley, formuló la reclamación. Todas las decisiones que afectan el patrimonio de terceros, cuando el Estado, a través de su organismo, hace una declaración, tienen que ser notificadas al propietario, quien tiene la posibilidad de aceptar o no".
En la dirección regional del Consejo de Monumentos Nacionales declinaron referirse de momento a la situación de la fábrica, indicando que están a la espera de la declaración del TC.
De manera extraoficial, la gerencia de Bellavista Oveja Tomé señaló a La Tercera que están en su pleno derecho de presentar el recurso. También se aseguró que la empresa mantiene sus faenas activas.