Una crisis financiera que comenzó en 2015 llevó a que la Clínica Miguel de Servet, que se especializa en enfermedades respiratorias y ubicada en Almirante Pastene, en Providencia, tuviera que pedir su liquidación como empresa a mediados de 2016, lo que actualmente sigue en proceso.
Dentro de las sociedades que tenía la firma, estaba el Banco de Células Madre Cordón Vida, institución con la cual se asoció en enero de 2012, quedando la clínica con el 70% de esa propiedad, mientras que los dueños de Cordón Vida, con el 30% restante. Si bien esta última no está en quiebra, sí ha sufrido los embates de la falta de recursos de su filial, sobre todo ya que funcionaba en un edificio contiguo al del centro de salud, el que actualmente se encuentra cerrado.
Su función y el servicio ofrecido es almacenamiento y crioconservación de las células del tipo hematopoyéticas, obtenidas de sangre de cordón umbilical durante el parto. Durante su corta vida como parte de las sociedades de Servet, Cordón Vida logró cerrar más de mil contratos, para crioconservar muestras cercanas a las 1.500.
Para ello, los clientes tuvieron que desembolsar cerca de $ 800 mil para la extracción de la muestra y otros $ 150 mil mensuales por la crioconservación, con contratos que van entre los 10 y 40 años. "Las células madre están en todo el cuerpo a lo largo de la vida. Tienen el potencial de convertirse en distintos tipos de células y actuar como un sistema reparador del organismo", explica Alejandro Guiloff, director médico de Vida Cel, otro de los -a lo menos- cuatro bancos que hay en Chile.
Sin embargo, tras el anuncio del proceso de liquidación y el cese de funcionamiento, tanto de la clínica como del banco de células, que está en las instalaciones de Providencia, muchos de los propietarios de las muestras perdieron la pista de las mismas, lo que trajo consigo la preocupación y la incertidumbre sobre su destino y estado.
Al no encontrar respuestas ni representantes que entregaran información de su paradero, muchos comenzaron a especular sobre que ya habían perdido las células o que estás ya no se encontraban en buen estado, debido al cierre de los inmuebles.
Algunos crearon un grupo en Facebook, mientras otros han sido convocados para llevar a cabo una demanda colectiva. "Estamos en un grupo de afectados, pero todos tenemos muy poca fe de que las células estén en buenas condiciones", dice una de las clientas del banco, que es parte del grupo de la red social.
Otros no pierden la esperanza, mientras el proceso de liquidación no finalice. "Claramente, me asusté cuando se supo (el cierre) de Servet. No me siento estafado, porque estoy en la posición de no sacar conclusiones apresuradas. Lo que sí me siento es desamparado, porque la empresa debería ser la proactiva de comunicarse con la gente y no yo tratando de buscar respuestas", dice otro de los afectados que no quisieron ser identificados.
Futuro incierto
Según un comunicado publicado en el sitio web de Cordón Vida, esta empresa "cumple y ha cumplido hasta este momento con su obligación de conservación de las muestras recibidas, por lo que ellas a este momento están debidamente resguardadas de acuerdo a lo que se comprometió con los interesados oportunamente", garantizando con ello que las muestras están intactas. Además, advierten que "se está explorando alguna alternativa que permita obviar las dificultades", lo que se espera comunicar en el transcurso de este mes.
Esa información fue confirmada por el abogado Jorge Ferdman, representante de los dueños mayoritarios de Clínica Servet, los doctores Víctor Lama y Carlos Rodríguez, y socios en Cordón Vida: "Las células están conservadas, vivas, existen y se han tomado todas las medidas para cumplir con eso", dijo además de descartar que exista una presunta estafa detrás: "Eso no es así, derechamente no es así", enfatizó.
El profesional agregó que "se está viendo qué hacer para salvar la existencia de las células y preservarlas, porque no se desconoce que existen contratos vigentes, ni nada por el estilo".
Al comenzar la liquidación de la clínica y posterior cierre de los inmuebles en septiembre pasado, tras una venta de activos fallida, las muestras fueron retiradas de las oficinas de Almirante Pastene y llevadas hacia unas bodegas ubicadas en Quinta Normal, donde se encuentran actualmente. El abogado reconoce que la comunicación con los clientes de Cordón Vida "ha fallado y atención personalizada no hay".
Desde esa fecha que se estudian diversas alternativas de qué hacer con las más de mil muestras. Por un lado, se evalúa solicitar auxilio de otras empresas, mientras que otra opción es dejar en manos de los dueños las muestras, es decir, de los clientes que contrataron el servicio.
Sin embargo, el abogado enfatiza que hasta el momento no se ha tomado ninguna decisión, lo que debe ser resuelto por los médicos socios mayoritarios del banco. "Se están viendo alternativas y en los próximos días se espera hacer un comunicado oficial de cuál pudiera ser esta, si es que se tiene", dijo dirigiéndose a los afectados.