A diferencia de sus socios del grupo Brics (Brasil, Rusia, China y Sudáfrica), las revisiones al alza para las proyecciones de crecimiento de India no se detienen. La última de ellas corresponde a la efectuada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), la cual pronostica que en 2016 será el país que más crecerá en el mundo, superando incluso a China.
Según el FMI, este año India debería crecer un 6,3%. Y, en 2016, el ritmo se aceleraría a 6,5%, cifra mayor al 6,3% proyectado para China el próximo año. "El debilitamiento de la demanda externa está compensado por el impulso que les imprimen a los términos de intercambio la caída de los precios del petróleo y un repunte de la actividad industrial y de inversión tras la reforma de la política", sostiene el organismo internacional en su último informe de Perspectivas de la Economía Mundial.
A principios de mes, el Banco Mundial hizo una predicción similar, aunque sus economistas creen que India necesitará un año adicional para superar a China. El grupo prevé un crecimiento de 7% para ambos países en 2016, pero una ventaja de 0,1 puntos porcentuales para India en 2017. "Esperamos que India sea un factor esperanzador en lo que de otra forma sería una perspectiva mediocre de la economía mundial. Según nuestras previsiones, la economía debería crecer un 6,4% este año, mientras que el crecimiento en 2016 será aún más rápido", afirmó el presidente de la entidad, Jim Yong Kim.
A juicio de los expertos, India está cosechando los beneficios de los precios más bajos del petróleo -toda vez que los indios importan el 80% del crudo que consumen- y las reformas políticas implementadas por el primer ministro Narendra Modi. "Los precios bajos contribuirán a una mejora dramática del escenario en el corto plazo. Ayudarán a reducir fuertemente la inflación. La balanza de pagos mejoró y dio estabilidad a la rupia. Eso también redujo las cuentas del subsidio del gobierno sobre los combustibles y fertilizantes, creando espacio fiscal", explicó el economista Subir Gokarn, ex vicegobernador del Banco Central de India y actual investigador de la Brookings Institution en Nueva Delhi (ver entrevista).
Al frente del gobierno desde mayo pasado, Modi trabaja para remover la burocracia, mejorar la infraestructura, el ambiente de negocios, y, claro, aumentar la productividad. En ese sentido, su administración ha hecho todo lo posible para dar la bienvenida a los inversionistas extranjeros. Junto con desregular los precios del diesel, un subsidio que, según CNN, fue un lastre importante para el presupuesto de India durante mucho tiempo, también ha lanzado una campaña publicitaria pidiendo el mundo que "Fabrique en India". "Debemos tener una infraestructura de clase mundial. Tenemos que ofrecer avenidas donde la gente pueda hacer negocios y obtener beneficios", plantea el ministro de Finanzas del país, Arun Jaitley.
"Yo pienso que los planes de reforma del nuevo primer ministro son prometedores. Vamos a tener que ver la velocidad de la implementación", dijo Gian Maria Milesi-Ferretti, vicedirector del Departamento de Investigación del FMI.
Aunque Nagesh Kumar, de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico de Naciones Unidas citado por el diario The Hindu, reconoce que "India podría superar a China", advierte que "se debe tomar en cuenta que China ha crecido a altas tasas de crecimiento del 9% al 10% durante décadas y es una economía mucho más grande e India tendrá que trabajar para sostener altas tasas de crecimiento sobre un período de tiempo para ser un motor de crecimiento global".
Pese a que el potencial económico de India alguna vez mencionado en la misma categoría que el de China, CNN destaca que el país no ha logrado cumplir las expectativas, y su economía es aproximadamente un quinto del tamaño de su rival asiático.
Según la última edición de la "Liga económica mundial", elaborada por el Centro de Investigaciones Económicas y Empresariales de Londres, China debía cerrar 2014 como la segunda mayor economía mundial, por detrás de EE.UU., para convertirse en la primera potencia global en 2025, tres años antes de lo estimado anteriormente por la institución. Por su parte, India debía terminar este año en noveno lugar y subir a la tercera posición en 2030, por delante de tradicionales colosos como Japón, que cederá su puesto a India en 2024.