Una larga lista de facturas no pagadas a una empresa distribuidora de tanques de oxígeno, que suspendió sus envíos, sería la causa de la muerte de 63 niños, muchos de ellos recién nacidos, en sólo cinco días en un hospital de Uttar Pradesh, el estado más poblado de India.
El mundo político y los medios indios están consternados y en crisis por la tragedia de los últimos cinco días en el hospital público Baba Raghav Das Medical College de Gorakhpur, ciudad donde fue elegido el actual gobernador, Yogi Adityanath, exponente del partido de centroderecha Bjp y cercano al primer ministro de India, Narendra Modi.
Según reportaron las televisiones locales, las muertes comenzaron el martes, inmediatamente después de que la compañía Pushpa Sales comunicara la suspensión del envío de tanques de oxígeno, y se agravaron porque la administración del hospital no dispuso ningún plan de emergencia.
La desesperación se apoderó de decenas de padres que vieron, con impotencia, cómo morían sus hijos. Denunciaron "el descuido total del personal médico y paramédico" del hospital.
Durante la jornada del jueves, fueron 23, entre ellos 14 de la sala de recién nacidos, donde los sistemas de respiración asistida estaban paralizados por la falta de oxígeno.
Uno de los padres, Sri Kishan Gupta, que vio morir entre sus brazos a un chico de 4 años, internado el día anterior, declaró enfurecido a NDTV que el "Baba Raghav Das Medical College no es un centro médico sino un matadero".
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Una madre llora la muerte de su hijo. Foto: AFP[/caption]
Frente a lo sucedido se rebeló también el Premio Nobel de la Paz indio, Kailash Satyarthi. "No se trata de una tragedia, sino de una masacre. ¿Y eso -se preguntó irónicamente- es lo que para nuestros hijos significan los 70 años de independencia que celebraremos el 15 de agosto?".
Empujado por las crecientes protestas y polémicas, el gobernador Adityanath anunció desde Lucknow, capital de Uttar Pradesh, haber ordenado una investigación precisa y prometió "duras penas para aquellos que sean reconocidos como responsables de lo sucedido".
La Magistratura y la policía trabajaban en conjunto y por el momento la atención de los investigadores se concentra en la empresa que proveía tanques de oxígeno para tratar de entender las razones exactas que hicieron que suspendiera el servicio.
El caso está lejos de ser aclarado, incluso porque se complicó más con la intervención del magistrado del distrito, Rajiv Rautela. El magistrado sostuvo, con el apoyo de algunos exponentes del gobierno local, que los niños no habrían muerto por falta de oxígeno, sino por "causas naturales".