Tras dos meses de marcha, los indígenas bolivianos que se oponen a la construcción de una carretera por la reserva ecológica Tipnis (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure), llegaron triunfalmente a La Paz y mantienen firme su demanda.

"Hemos caminado 65 días recorriendo unos 650 kilómetros para pedir respeto a nuestro territorio y a la madre naturaleza. No cerramos nuestros ojos al progreso ni desarrollo, pero tiene que existir equilibrio", dijo Fernando Vargas, uno de los líderes de la marcha que se inició el 15 de agosto en la amazónica ciudad de Trinidad, al norte de Bolivia.

Tras vencer las cumbres andinas a 4.660 metros de altitud, los indígenas se instalaron la noche del martes en las afueras de La Paz, a donde ingresaron hoy para recorrer los últimos 12 kilómetros, acompañados por miles de habitantes de la capital boliviana.

Pero la última noche fue difícil para los indígenas porque se improvisó un campamento en Urujara, que está en una quebrada donde se siente un frío polar. "Muchos no teníamos ni carpas ni muchas mantas. El frío casi nos mata. Este sufrimiento es para expresar que con nuestras vidas defenderemos a la madre naturaleza", relató Miriam Muyanobe, una mujer mojeña, uno de los 36 pueblos indígenas reconocidos por el ahora Estado Plurinacional de Bolivia.

Los indígenas se oponen a que la empresa brasileña OAS construya la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, de 306 kilómetros, a un costo de 477 millones de dólares. De dicha suma, 332 millones eran un crédito del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil y 145 millones del Tesoro General de la Nación (TGN) de Bolivia.

La marcha indígena y organizaciones ecológicas piden al gobierno el cumplimiento pleno del convenio 164 de Naciones Unidas sobre derechos indígenas, que tiene rango de ley en Bolivia desde 2007.

El temor a nuevos cultivos de coca en la reserva ecológica es otra de las observaciones que realizan los dirigentes del movimiento indígena.

RECEPCION
La alcaldía de La Paz controlada por el opositor Movimiento Sin Miedo (MSM), organizó la recepción de la marcha indígena. Los predios de la universidad pública de La Paz servirán para dar hospedaje y alimentación a unos dos mil miembros de la columna. 

El Presidente Morales que se negó a tener un contacto directo con los indígenas, a través del ministro de la Presidencia Carlos Romero, envió la noche del martes una invitación para reunirse con los dirigentes en Palacio Quemado.

"Nuestro propósito es llegar hasta la plaza Murillo para ingresar a la Catedral y participar de una misa porque somos católicos. Cuando partimos de Trinidad el 15 de agosto nos despidieron con una misa", apuntó Adolfo Chávez, principal líder de la protesta indígena.

REPRESION
Pero el momento más dramático del largo recorrido se vivió el 25 de septiembre por los excesos cometidos por unos 450 policías contra un millar de indígenas que descansaban en una propiedad privada cercana a Yucumo, 327 kilómetros al noreste de La Paz. La polémica acción policial provocaron repulsa en Bolivia y la dimisión de cuatro autoridades, como la ministra de Defensa Cecilia Chacón y el ministro de Gobierno (Interior) Sacha Llorenti. Además de la suspensión de dos jefes policiales.