Sebastián Ariosa es un jugador uruguayo que llegó a Olimpia de Paraguay en 2011 y que en junio del año pasado confesó que padecía un cáncer en el mediastino, una parte del tórax que está entre el esternón y la columna vertebral que contiene el corazón, el esófago y la tráquea.
Los síntomas principales de esta enfermedad son el dolor toráxico, tos con sangre y dificultad para respirar. Obviamente, por ello el charrúa no puede realizar ejercicios físicos. Menos entrenar.
Pese a la gravedad de la patología, el club Olimpia decidió rescindirle el contrato, el que originalmente vencía recién en 2015.
"Estoy quebrado, recibí una noticia muy triste y amarga. Es un telegrama de Olimpia en el que me informan que me rescinden el contrato y me dejan sin trabajo. Creo que eso no se le hace a una persona", sostuvo Ariosa a la Radio Monumental de Paraguay.
"El documento dice que termina mi contrato por no poder practicar y realizar la actividad futbolística. Perdón si me quiebro –señaló mientras lloraba– pero le están pegando a una persona que está en el piso. Me dejan sin trabajo. Me da lástima esta gente. Creo que Olimpia se merece otro tipo de gente. Es otro golpe que me da el club y es triste que a una persona le hagan eso", explicó el lateral uruguayo.
Ariosa, muy compungido en la entrevista a la emisora, afirmó que "le están pegando a una persona que está en el piso".
Al menos, el oriental puede dar buenas noticias en cuanto a la recuperación. "Va muy bien, bien encaminada, eso me tiene muy feliz, la verdad que arranqué el año con mi familia, amigos".
"Estoy muy bien. El doctor me dijo que en Febrero termino con la quimioterapia a través de la sangre y empiezo a tomar pastillas. Allí podría empezar a hacer algo más exigente, todavía sin competencia, pero eso me alienta", concluyó.