Manifestantes del movimiento Ocupemos Wall Street planean seguir con sus bloqueos de camiones y ocupación de los puertos más activos de la costa oeste de Estados Unidos, luego que ayer miles de manifestantes obligaron a las terminales portuarias en Oakland, California, Seattle, Portland, Oregon, y Longview, Washington, a frenar parte de sus operaciones. Esta madrugada algunos indignados quisieron mantener su intentos de bloqueo.

Al menos un observador externo que ha seguido los movimientos polí­ticos por décadas dijo que los bloqueos en los puertos eran un indicador de que es probable que siga la interrupción de actividades durante meses y justo hasta las elecciones presidenciales del año entante.

El movimiento, surgido hace unas semanas en Nueva York para manifestarse contra la desigualdad económica y lo que considera es avaricia de las corporaciones, está enfocándose en los puertos como "los motores económicos para la elite". Está actuando así­ semanas después de que la policí­a allanó la mayor parte de sus campamentos de tiendas.

Las protestas en los puertos son una "respuesta para mostrarles que les van a doler los bolsillos sin nos atacan brutalmente como lo hicieron", dijo Boots Riley, organizador de la protesta.

Aunque las manifestaciones fueron pací­ficas en su mayor parte y se limitaron a unos pocas puertas de acceso en cada puerto, las autoridades locales del sindicato de estibadores y funcionarios portuarios o las compañí­as navieras determinaron que las condiciones laborales eran inseguras para los trabajadores.

Los manifestantes están enojados principalmente por dos empresas en la costa oeste: el operados portuario SS Marine y la exportadora de granos EGT. El banco gigante de inversión Goldman Sachs Group Inc. posee una participación importante en SSA Marine y ha sido un blanco frecuente de los manifestantes.

En Oakland, unos 1.000 activistas estaban decididos a permanecer toda la noche en el puerto.

Aunque las protestas atrajeron mucho menos personas que las 10.000 que se presentaron el 2 de noviembre para cerrar el puerto de Oakland, los organizadores cantaron victoria y prometieron que habrá más manifestaciones. "Misión cumplida", dijo Riley.