Con maquinaria pesada para remover toneladas de arcilla mezclada con escombros de casas derribadas, grupos de rescatistas intentaron hoy encontrar a las personas desaparecidas tras un alud en Java, la isla principal de Indonesia.
Aunque previamente se había informado de 72 muertos, hasta el momento se han extraído 17 cadáveres, mayoritariamente de la zona residencial. Sin embargo, se cree que hay muchos cuerpos más atrapados bajo los escombros.
"No parece posible que alguno de los 46 (desaparecidos) haya sobrevivido", dijo el vocero de la agencia nacional de atención de desastres, Priyadi Kardono. La cifra verdadera podría ser mucho mayor.
Días de lluvias torrenciales ocasionaron el deslave del martes en una plantación montañosa de té cerca de la aldea de Tenjoljaya en el distrito de Ciwidey, en la provincia de Java Occidental.
Algunas casas y edificios de la plantación quedaron en pie por encima de las terrazas plantadas con té que se deslizan hacia la planicie más abajo.
Decenas de viviendas, además de la oficina y un depósito de la plantación, fueron arrasadas por un alud de barro de centenares de metros de ancho.
Unos 600 vecinos huyeron de sus casas en busca de terrenos más alto, temerosos de que las lluvias incesantes provocaran nuevos deslaves, dijo Kardono.
Muchas de las víctimas eran peones de la plantación que vivían en chozas en la propiedad.
Un centenar de soldados, policías y voluntarios de la Cruz Roja, con dos excavadoras, participaban de las tareas, que fueron suspendidas debido a las lluvias.