Los editores de juegos, en un atípico gesto de solidaridad, han unido sus fuerzas para transmitir optimismo sobre el futuro de una industria que mueve 30.000 millones de dólares a pesar de la caída del gasto del consumidor y de la recesión económico mundial.
Electronic Arts, THQ y Activision - esta última la única empresa en registrar beneficios en su último informe trimestral - esperan concentrarse principalmente en el desarrollo de títulos superventas mientras encuentran formas de eliminar costes.
Un largo año de recesión ha ralentizado el crecimiento de las ventas. La empresa de mercados NPD estima que el gasto de en videojuegos en EEUU cayó un 17% en abril. Con los principales títulos de los videojuegos costando casi tanto como una película de Hollywood, los editores se ven obligados a tomar duras decisiones.
Después de la contención del pasado año, en el que hubo amplios recortes de empleo, cierre de estudios y cancelaciones de títulos, muchos adoptan ahora una estrategia de diversificación de recursos sólo para sus proyectos más financiables.
"Nuestro actual presupuesto neto se ha reducido notablemente este año a 120 millones de dólares .... pero se ha concentrado en algunos pocos títulos de calidad", dijo Brian Farrell, consejero delegado de THQ, a Reuters.
Los directivos ven destellos de esperanza en las nuevas audiencias y en usuarios más esporádicos, expandiéndose más allá del tradicional usuario masculino de la industria a mujeres y mayores.
El consejero delegado de Electronic Arts, John Riccitiello, prevé mil millones de jugadores de videojuegos desde los centenares de millones que hay ahora.
Crucial para esta gran expansión serán los juegos que no apelen sólo a la violencia, sino también destinados a familias y jugadores casuales, como por ejemplo el gran éxito de Nintendo, la Wii, y su título superventas Wii Fit fitness.