Los históricos precios que tuvieron que pagar las grandes empresas en los últimos años por la energía no se prevé que se vuelvan a repetir en el futuro. Por el contrario, las estimaciones de la industria eléctrica apuntan a una caída importante de los costos energéticos para el próximo año.

Un informe de la consultora Systep, ligada al experto Hugh Rudnick, estima una caída de 42% en los costos de energía para junio de 2010, respecto de los valores vigentes hoy. Es decir, los costos marginales se ubicarían en entorno a US$ 63 por MWh, niveles similares a los de 2006-2007 y que son  un 81% menor al peak alcanzado en marzo de 2008. El reporte fue realizado sobre la base de las últimas estimaciones a 12 meses del Centro Económico de Despacho de Carga del Sistema Interconectado Central (Cdec-SIC), entidad que coordina la operación del sistema eléctrico y que está integrado, entre otros, por las empresas generadoras.

La caída considera condiciones hidrológicas promedio. La disminución será mayor, en un escenario más lluvioso. En ese caso la baja será de 58%, con costos de US$ 46 para los próximos 12 meses. Por el contrario, si hay un año seco, se mantendrían los actuales niveles de costos, en torno a US$ 100 por MWh.


A QUE RESPONDE LA BAJA
Tres factores gatillarán la caída de los costos energéticos. Uno de ellos es el incremento de la oferta de energía. Jorge Moreno, de Systep, explica que entre julio de 2009 y julio de 2010 se incorporarán 1.822 MW de potencia, "lo que alivia el panorama de costos". La ampliación del parque generador equivale a cerca del 20% de la actual capacidad instalada del Sistema Eléctrico Central.

El comportamiento de la demanda es otra variable que jugará a favor de los menores precios. "El crecimiento de la demanda es prácticamente nulo en los próximos meses", dice Moreno.

En contraste, hasta antes de la crisis la demanda eléctrica estaba creciendo a un ritmo de 6% anual y por ello el país requería agregar entre 400 MW y 500 MW cada año para cubrir las necesidades de consumo. En forma paralela, se espera que paulatinamente el diésel -combustible más caro- pierda peso el parque generador y registre precios más bajo  respecto al último año.


EFECTO EN EMPRESAS
Los principales beneficiados con el menor valor de generar electricidad serán las empresas. "Una parte importante de los contratos de los grandes clientes están indexados a los costos marginales y una baja les impactará directamente en su estructura de costos", afirma María Isabel González, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía. Fuentes de la industria reconocen que una reducción de los costos energéticos mejorará la competitividad de las empresas chilenas. Además, las dejará en mejores condiciones de salir de la crisis económica que afecta al país. Recuerdan que en los últimos años los altos costos energéticos afectaron a las compañías.


HOGARES
Para los hogares, el impacto es más incierto. Ello, porque a partir de 2o10 empezarán a regir los precios acordados en las licitaciones de suministro que realizaron las distribuidoras, "aunque una parte menor de esos contratos quedó indexada por dos años a los costos marginales", dice Moreno. No obstante, en el corto plazo los clientes residenciales verán una baja de tarifas, pero por el menor valor del dólar. "Es factible que en la fijación de octubre los precios bajen, por menores costos marginales y por la baja del dólar respecto de la fijación de abril", dice González. La baja sería  antes si el dólar anota nuevas caídas.