Los puertorriqueños rechazaron hoy enmendar la Constitución para limitar el derecho de fianza en ciertos casos de asesinato y reducir el tamaño del Legislativo, en un inesperado vuelco electoral que contradijo las encuestas.

Las previsiones que apuntaban al respaldo mayoritario a la iniciativa del gobernador Luis Fortuño no se cumplieron, con lo que queda en una posición comprometida a menos de tres meses de la cita para su reelección el próximo 6 de noviembre.

Fortuño había convocado la consulta con la justificación de que dar discreción a los jueces para denegar fianza en ciertos casos de asesinato era la única forma de disuadir a los criminales, mientras que la reducción del Legislativo en un 30 por ciento suponía un importante ahorro y cumplir con una promesa electoral.

Poco después de superarse el 50 por ciento del escrutinio, Fortuño compareció ante los medios para señalar que no implementar la opción para limitar el derecho a la fianza se trata de una oportunidad perdida, aunque dijo respetar la voluntad de la ciudadanía.

El jefe del Ejecutivo calificó de verdaderos héroes de la lucha contra el crimen a los familiares de las víctimas e hizo alarde de las gestiones de su gobierno para combatirlo.

Fortuño ve así como no podrá sacar adelante uno de sus proyectos emblemáticos en un momento en el que la criminalidad que azota la isla se ha convertido en el principal problema de este territorio estadounidense convertido en "puerta" de entrada para la droga que desde Sudamérica se envía a Estados Unidos.

El jefe del Ejecutivo había apostado por dar esa discreción a los jueces como respuesta a una criminalidad sin control que en 2011 le costó la vida a más de mil personas.

El mensaje no caló en la población y los partidos minoritarios, para quienes limitar la fianza no atacaba la raíz del problema y se trataba únicamente de una estrategia del gobernador para dar la impresión de que se tomaban medidas para combatir la criminalidad.

El líder de la oposición y presidente del Partido Popular Democrático (PPD), Alejandro García Padilla, que había hecho público que votaría "sí" en la consulta y cuya formación dio libertad de voto, apareció ante los medios como triunfador y dijo que el gobernador había perdido toda su credibilidad ante el electorado.

El candidato a la gobernación del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) -formación que encabeza a las formaciones minoritarias-, Juan Dalmau, manifestó que el "no" representa una derrota moral" para Alejandro García Padilla y Luis Fortuño.

El tema de la reducción en un 30 por ciento de Cámara y Senado fue igualmente rechazado, aunque a nivel popular contaba con un peso muy por detrás de la limitación de la fianza que Fortuño vendió como un disuasorio para los delincuentes.

Con el 93 por ciento escrutado, el "no" a la enmienda a la fianza obtuvo el 54,61 por ciento del voto frente al 45,39 por ciento a favor, mientras que contra reducir el Legislativo se pronunció el 53,82 por ciento y a favor el 46,18 por ciento.

Sobre la primera enmienda se pronunciaron 746.729 personas y en el caso de la segunda 745.824.