Los precios al consumidor en la zona euro se desaceleraron en enero, a contramano de la expectativa del mercado, debido a una drástica reducción en los costos energéticos, lo que podría dar soporte a una profundización de las medidas de apoyo del Banco Central Europeo a la frágil economía del bloque.

La inflación en los 18 países que comparten el euro se desaceleró a un 0,7% interanual en el primer mes de 2014, por debajo del 0,8% registrado en diciembre, revelaron datos de la oficina de estadísticas Eurostat el viernes.

Los precios al consumidor habían alcanzado el nivel del 0,7% por última vez en octubre, siendo la menor lectura en casi cuatro años.

Economistas encuestados por Reuters esperaban que la inflación se acelerara levemente al 0,9% en enero, un nivel que aún está muy por debajo de la meta del BCE de que se ubique cerca pero por debajo del 2%.

La desaceleración de enero se vio impulsada por una caída del 1,2% en el altamente volátil precio de la energía, que se había mantenido estable el mes anterior. El costo de los alimentos, el alcohol y el tabaco aumentó un 1,7% en los 12 meses.

Aunque el presidente del BCE, Mario Draghi, dijo en enero que la deflación no amenazaba a la Zona Euro, una cantidad de países ya están padeciendo bajas en sus precios y el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que era un riesgo potencial.

Se prevé que el BCE, que recortó su tasa de interés clave a un mínimo récord del 0,25% en noviembre, la mantenga a ese nivel hasta mediados de 2015 a menos que las tasas del mercado aumenten y el Euro se fortalezca.

En Alemania, la mayor economía de Europa, los precios al consumidor cayeron en 0,7% mensual, mientras que la tasa de inflación anual permaneció en el 1,2%. Ambas estadísticas se ubicaron por debajo de las expectativas.

Otros datos difundidos por Eurostat mostraron el viernes que la tasa de desempleo en la zona Euro siguió estancada cerca del máximo histórico del 12% por tercer mes consecutivo. Se espera que apenas retroceda muy levemente en los próximos trimestres.

Unos 19 millones de personas están sin trabajo en la zona euro, lo que complica la ya ardua recuperación del crecimiento económico.