Los precios al consumidor de Estados Unidos registraron en enero su mayor caída desde el 2008 al continuar desplomándose los costos de la gasolina, lo que podría ofrecer a una cauta Reserva Federal argumentos para mantener bajas las tasas de interés por algún tiempo más.
El Departamento de Trabajo dijo que su índice de precios al consumidor (IPC) cayó un 0,7% el mes pasado, el mayor declive desde diciembre del 2008, tras bajar un 0,3% el mes pasado.
Los economistas esperaban un retroceso de 0,6% en el IPC de enero. Fue el tercer mes seguido de declives para el índice.
En el período de 12 meses a enero, el IPC bajó un 0,1%, el primer descenso desde octubre del 2009 y una fuerte desaceleración desde el alza de 0,8% en noviembre.
Los analistas esperaban una caída de 0,1% en esta lectura.