Los precios al consumidor de la zona euro subieron inesperadamente en septiembre hasta un 3% anual, tras un sorprendente incremento de la inflación en Alemania que podría descartar la posibilidad de un recorte de tasas de interés la semana que viene del Banco Central Europeo.

Entre los inversores habían crecido las expectativas de una rebaja de tipos, para prestar apoyo a una economía europea que se desacelera por una crisis de deuda que ha restado confianza empresarial en la región y generado miedo a una recesión.

La cifra de inflación en la zona euro de 3% es una primera estimación de la agencia estadística Eurostat tras el 2,5% de agosto y que se compara con una previsión del 2,5% de los economistas.

Después de que una racha de dos años de fuerte crecimiento manufacturero perdiera intensidad, el BCE cambió el tono de su discurso en la última reunión en septiembre y abrió la puerta a los recortes de tasas.  

El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo que había "riesgos bajistas" para la economía de la zona euro y el banco prevé que la inflación esté por debajo del 2% en el 2012.

Eurostat también reportó la cifra de desempleo de agosto, que se mantuvo sin variación en la zona euro respecto a julio en un 10% y bajó levemente desde el 10,2% del mismo mes del año pasado.

Esto sugiere que las empresas aún no empiezan a realizar despidos masivos pese a la lentitud de la economía.