Los programas de inversión pública y de empleo de emergencia son instrumentos "muy potentes" para enfrentar los efectos de la crisis económica en los países de América Latina y el Caribe, según un informe emitido hoy en Chile por la la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El documento destaca que en el primer semestre de 2009, los Gobiernos de los países de la región incrementaron la inversión pública entre un 0,6% y 1,8% puntos del PIB en comparación con el mismo período del año anterior.
Los dos organismos de Naciones Unidas sostienen que, como medida de reactivación contracíclica, aumentar la inversión pública tiene un mayor impacto en el empleo y suele ser más conveniente desde el punto de vista de la justicia social que bajar los impuestos.
Estas consideraciones proceden del boletín sobre "Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe. Crisis en los mercados laborales y respuestas contracíclicas", elaborado en conjunto por la OIT y Cepal.
Sostiene que frente a la crisis varios países de la región, como Brasil, Paraguay o Argentina, adoptaron medidas de inversión pública para crear empleo a través de la asignación de recursos adicionales o normas administrativas que aseguren un mayor avance en la ejecución de los proyectos.
Sin embargo, advierte que algunos de los desafíos más importantes para la implementación de los programas de inversión pública son lograr una ejecución efectiva y canalizar los recursos hacia proyectos que contemplen un uso intensivo de mano de obra.
Sobre los programas de empleo de emergencia, el documento recomienda su aplicación con el argumento que un elevado porcentaje de los recursos se destina a la contratación de mano de obra y permite ayudar a sectores especialmente necesitados.
La Cepal y la OIT plantean la necesidad de persistir en el "fortalecimiento institucional para una mejor ejecución, focalización y monitoreo de la inversión pública y programas de empleo aún cuando haya signos concretos de recuperación".
El boletín de coyuntura incluye un análisis de las estadísticas más recientes sobre la crisis, en el cual se proyecta un desempleo urbano en la región del 8,5% para este año.
Esta proyección, que se calculó considerando una caída del PIB regional del 1,9% este año, significa que 2,5 millones de personas se sumarán a la población urbana sin empleo en la región, con lo que el total de desempleados urbanos será de 18,4 millones.