El endeudamiento bancario en Chile comienza desde la juventud y no termina hasta los últimos años de la vida.
De acuerdo con el primer "Informe de endeudamiento de los clientes bancarios", elaborado por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), a junio de 2014, uno de cada tres deudores de este sector (créditos de consumo e hipotecarios) posee operaciones crediticias con algún nivel de impago. Los jóvenes menores de 25 años y los mayores de 65 años presentan las tasas de morosidad más altas.
En el caso de los jóvenes menores de 25 años, su porcentaje de deuda impaga respecto al total de sus compromisos es el mayor del sistema, con 8,6%, en circunstancias de que este grupo etario tiene el 1,1% de la deuda bancaria total. La deuda promedio de este sector es de $ 3,7 millones.
Estos compromisos son adquiridos por medios como el ofrecimiento por parte de los bancos de cuentas corrientes y líneas de crédito en universidades, por ejemplo.
Juan Antonio, ex estudiante de una universidad de región, recuerda que en su paso por la educación superior "los bancos siempre enviaban promotores para ofrecer cuentas corrientes a gente que no generaba ingresos" y, por lo mismo, se veían obligados a ocupar las líneas de crédito.
El presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (Abif), Jorge Awad, señala que "mientras más temprano se adquieran los hábitos de endeudamiento, más se ayuda a generar una banca más inclusiva y una población más responsable".
En el caso de la deuda impaga de los mayores de 60 años, alcanza un porcentaje de 4,8% entre 60 y 65 años, de 5,8% entre 65 y 70 años, y de 8,5% para quienes superan los 70 años.
"El señor de 70 años es una persona jubilada, que experimenta un aumento de gastos grande por los remedios y un sueldo muy inferior respecto al que recibía cuando trabajaba", explica un representante de la industria del retail financiero.
Por ingresos
En cuanto a las cifras por ingresos, 40,1% de los clientes bancarios con sueldos menores a $ 250 mil presenta algún tipo de monto impago, lo que es el mayor porcentaje del sistema. Le sigue el segmento $ 250 mil a $ 500 mil con 38,5%.
La deuda impaga del primer grupo llega a 11,5% del monto del compromiso total de ese segmento, en tanto que en el grupo de entre$ 250 mil-$ 500 mil, el porcentaje alcanza al 9%.
Los niveles de mora en el segmento que recibe un sueldo superior a $ 2,5 millones, es de 1,8%, y el promedio del sistema es de 4,2%.
El nivel de montos impagos de los clientes bancarios disminuye cuando su ingreso aumenta, siendo los impagos de consumo superiores a los impagos de vivienda, según el estudio de la Superintendencia.
Falta de educación
Para el superintendente de Bancos, Eric Parrado, el hecho de que las mayores cifras de endeudamiento sean de sectores más vulnerables es símbolo de la falta de cultura financiera de la población.
"Me atrevería a decir que los chilenos no saben endeudarse. Somos analfabetos financieramente, y para revertir eso hay que realizar esfuerzos grandes", señaló al momento de presentar el informe.
La misma fuente del retail contrarresta esta visión sosteniendo que "es insólito que se le otorgue responsabilidad penal a los menores de 18 años por un lado, y por otro se trate a los de 25 como niños que no pueden tomar decisiones financieras propias".
Para Jorge Awad, en tanto, "es muy importante que cada cierto período se conozca la estructura de endeudamiento de los clientes bancarios, lo cual nos ayuda a construir una banca cada vez más transparente y cercana a los consumidores".
Según cifras del Banco Central, la deuda bancaria de los hogares representa el 77,9% de los compromisos totales de los hogares chilenos que incluyen, además, casas comerciales, cajas de compensación, créditos universitarios, entre otros.
De acuerdo con el estudio de la SBIF la deuda promedio de los créditos de consumo llega a $ 4,7 millones y los de vivienda alcanzan los $ 33 millones.
Zonas rurales
En tanto, un estudio realizado por el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y el Instituto Chileno de Estudios Municipales (Inchem), realizado en comunas rurales de la Región Metropolitana, detectó que en esos lugares "el dominio que las familias poseen en el ámbito financiero es bajo. Se reconoce que las instituciones encargadas no cumplen su objetivo de informar a la población".
Añade que las familias de la zona no conocen los mecanismos de exigibilidad. Explica que "el enfoque de derechos, en materia de consumo, pobreza y ruralidad, es prácticamente inexistente. Los habitantes de las comunas no saben a quién o dónde acudir en caso de que haya incumplimiento o abuso, a lo cual se suman los costos de movilización, tiempo y dinero, para acercarse a las instituciones, por lo que no siempre consideran conveniente movilizarse por estos temas".