Después de un deslucido debate, el Presidente Barack Obama enfrentaba la perspectiva de una segunda mala noticia política con el informe del empleo de esta mañana. En vez de ello, Obama – y la economía de Estados Unidos – recibieron algunas buenas noticias inesperadas.

La tasa de desempleo descendió significativamente de 8,1% a 7,8%, porque el sondeo de hogares del Departamento del Trabajo mostró un gran aumento en el número de personas empleadas en septiembre. El sondeo de empresas mostró un incremento más pequeño, pero el sondeo también mostró que los aumentos en las contrataciones en julio y agosto fueron mayores a lo esperado.

En una nota a sus clientes, Jim O'Sullivan, el economista en jefe para Estados Unidos en High Frequency Economics, una firma de investigación, le llamó "un informe mucho más fuerte de lo esperado".

En este momento de la contienda presidencial, es improbable que cualquier informe del desempleo tenga un efecto importante en la campaña. El informe del viernes no cambia la trama básica sobre la economía: Sigue estando débil, y sigue creciendo a un ritmo modesto. La recuperación tras la crisis financiera continúa, pero pasará mucho tiempo antes de que la economía se sienta saludable.

Para Obama, sin embargo, un cambio fundamental en los contornos de la contienda no es el objetivo. Los sondeos lo han mostrado sistemáticamente con una pequeña ventaja. La preocupación entre sus asesores de campaña es que el firme desempeño de Mitt Romney en el debate del miércoles y el débil de Obama tengan el potencial de ser una línea divisora de aguas.

Esa preocupación sin duda persiste, pero habría sido mayor todavía si el informe del empleo hubiera sido más débil. Por lo que dicen las cifras en el informe, el resumen es que más personas tenían empleos el mes pasado de las que esperaban los economistas.

El sondeo mensual de hogares del Departamento del Trabajo mostró un incremento neto de 873.000 empleos, una cifra enorme que casi seguramente refleja algo de ruido estadístico.

Ese aumento fue la razón principal para el significativo descenso en la tasa de desempleo. Del incremento, 582.000 de los empleos fueron de medio tiempo, dejando un aumento neto de 291.000.

El sondeo mensual de empresas mostró un aumento,  de sólo 114.000 empleos, lo cual está en la amplia gama del número necesario meramente para mantenerse a la par del crecimiento de la población. Pero cada reporte del empleo mensual también actualiza las cifras de los dos meses anteriores, ya que los economistas del Departamento del Trabajo reciben información más detallada.

Este mes, esa información mostró que la economía consiguió 86.000 empleos más en julio y agosto de lo que se pensaba previamente, mostrando que el reporte de agosto fue más fuerte de lo que se creyó inicialmente.

Combinando las revisiones con las cifras de septiembre, el nuevo reporte del empleo efectivamente muestra un incremento de 200.000 empleos en el sondeo de negocios. Es decir que, tanto en el sondeo de hogares como en el sondeo de negocios, el aumento general en empleos de tiempo completo fue más fuerte de lo esperado.

En los últimos 12 meses, la economía ha conseguido un promedio de 150.000 empleos al mes. Obtuvo un promedio de 85.000 en 2010 y, en 2009, perdió un promedio de 422.000.

A la tasa actual de contratación, la economía sigue a años de distancia de una tasa de desempleo que los economistas consideren saludable. Obama ha enfatizado que la economía está avanzando en la dirección correcta tras una grave crisis financieras, mientras que Romney ha enfatizado que ha mejorado más lentamente de lo que muchos votantes esperaban o de lo que Obama predijo.

El reporte sorprendentemente fuerte llevó a algunos republicanos a sugerir que los economistas del Departamento del Trabajo estaban manipulando las cifras en beneficio de Obama. En Twitter, Jack Welch, un simpatizante de Romney y ex director ejecutivo de General Electric, escribió: "Cifras de empleo increíbles . estos tipos de Chicago harán cualquier cosa . no pueden debatir entonces cambien las cifras".

Muchos economistas de ambos partidos creen que esas acusaciones son falsas. Los economistas del Departamento del Trabajo que recopilan el reporte del empleo no están ahí por nombramientos políticos.

"La mayoría de los datos económicos no tienen sentido" de un mes a otro, escribió Ian Shepherdson, un economista independiente, en Twitter, queriendo decir que contienen una gran cantidad de ruido estadístico. "Pero eso no significa que sean manipulados. Aquí no estamos hablando de la producción de tractores soviéticos".