La caza furtiva de tigres, elefantes y rinocerontes y el tráfico de estas especies sigue siendo una práctica muy común en África y Asia, según un informe de World Wide Fund (WWF), que denuncia que los gobiernos de los países afectados "han fracasado" en la protección de estas especies.

El documento, elaborado conjuntamente por WWF y TRAFFIC, se presentó en el marco de la reunión sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) que se celebra en Ginebra.

WWF examinó la situación de 23 países asiáticos y africanos y concluyó que el comercio ilegal de estas tres especies animales "continúa en casi todos los países estudiados", si bien diferenció entre aquellos países que han mejorado la situación y aquellos en los que los esfuerzos no han tenido efectos.

"Entre las peores actuaciones está Vietnam", lamentaron, pues este país ha fracasado tanto en el cumplimiento como en la aplicación legal de la protección de tigres y rinocerontes, y sigue siendo el principal receptor del comercio ilegal de cuernos de rinoceronte.

"Es hora de que Vietnam afronte el hecho de que el consumo ilegal de cuerno de rinoceronte está conduciendo al aumento de la caza furtiva en África. Vietnam debería revisar sus penas y reducir inmediatamente la venta al por menor de esta materia" reclamó la directora del Programa Global de Especies de WWWF, Elisabeth McLellan.

Otro de los puntos preocupantes que se recogen en el informe es la inadecuada situación de los mercados de marfil en China y Tailandia, donde se comercializan los colmillos de la mayoría de los elefantes que cada año se cazan de forma furtiva en África.

Según WWF, "China ha fallado en la supervisión de los mercados de marfil legales", mientras que Tailandia "no ha logrado cubrir el vacío legal que existe en torno al comercio de colmillos de elefante", lo que supone que esta práctica se pueda llevar a cabo fácilmente entre minoristas.

La mayor parte de los países del África incluidos en el estudio recibieron calificaciones negativas por su protección de su fauna, especialmente en el caso de los elefantes.

Zambia, Mozambique, Egipto, República Democrática del Congo, República Centroafricana, y Camerún obtuvieron las evaluaciones más negativas, mientras que solo Kenia, Zimbabue y Sudáfrica mostraron avances en la protección de esta especie.

WWF destacó el caso de Gabón, que aunque en el informe no aparece como un país que haya mostrado una gran mejora, el pasado mes quemó cinco toneladas de marfil confiscadas a los cazadores furtivos para asegurarse de que estos colmillos no entrasen en el mercado negro.

Asimismo, también destacó de forma positiva la situación de India y Nepal, países que según WWF han mejorado en la protección de las tres especies amenazadas que contempla este estudio.