Se trata de un catastro de cifras y de testimonios para no olvidar. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) entregó al Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, un extenso informe donde se sostiene que el conflicto armado interno ha dejado, en el período que va desde 1958 a 2012, 220.000 personas muertas, 25.000 desaparecidas y 5,7 millones de desplazados.
La mayoría de las víctimas perdió la vida en masacres y asesinatos selectivos, dijo Gonzalo Sánchez, coordinador del centro, quien agregó que "las responsabilidades de esta violencia recaen de manera diferenciada en las guerrillas, los paramilitares y en agentes del Estado que actuaron por fuera de su mandato legal". En un acto en la sede de gobierno, la Casa de Nariño, el investigador dijo que "las realidades evidenciadas aquí son muy duras: del conjunto de muertes violentas ocurridas en el país entre 1958 y 2012 (...), el 80% han sido civiles inermes".
Sánchez destacó que los paramilitares asesinan más, mientras que los grupos guerrilleros secuestran más y causan más destrucción. "Hay mucha crueldad narrada en estas páginas, pero el informe no pretende ser un catálogo del horror, porque puede concitar al odio y a la violencia", dijo. Advirtió que el informe "¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad" "es un memorial de agravios de centenares de miles de víctimas del conflicto armado interno, pero también aspira a ser un acto de compromiso con la transformación del futuro de Colombia".
El informe fue encomendado al Centro Nacional de Memoria Histórica por la Ley de Justicia y Paz, que es similar a una comisión de la verdad, pero en este caso la confrontación aún está activa.
"Debemos reconocer que tocamos fondo y que la guerra deshumanizó y nos deshumanizó", dijo el Presidente Santos en respuesta al informe. Por eso, la prioridad del gobierno y del país "tiene que ser la terminación definitiva del conflicto armado... No podemos permitir que los crímenes y el sufrimiento sigan sucediendo, que el terror y el miedo... nos sigan dictando nuestro proceder", agregó. El mandatario defendió el proceso de paz emprendido por su gobierno con las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en Cuba.
Todavía siguen desaparecidas en Colombia 25.007 personas desde 1985, mientras que entre 1970 y 2010, un total de 27.023 personas han sufrido el drama del secuestro, perpetrado por las guerrillas en un 90,6% de los casos. El desplazamiento forzado ha sido un flagelo para 5.712.506 personas entre 1985 y 2012, aunque este delito se ha cometido con más frecuencia en los últimos 16 años, puesto que en este período se registraron 4,7 millones de casos.
De las 1.982 masacres cometidas entre 1980 y 2012, el CNMH atribuyó a los grupos paramilitares 1.166 casos, seguidos por las guerrillas, con 343, y por la Fuerza Pública, con 158. La violencia sexual en el marco del conflicto entre 1985 y 2012 ha dejado 1.754 víctimas, mientras que las explosiones de minas antipersonales han afectado a 10.189 personas.
El inicio del conflicto se sitúa en el asesinato en 1948 de Jorge Eliécer Gaitán, candidato disidente del Partido Liberal a la Presidencia de Colombia. El incidente produjo un incremento en la violencia entre liberales y conservadores y llevó, entre otras cosas, al nacimiento de las Farc en 1964. A principios de la década de 1980 surgieron grupos paramilitares que tenían como objetivo combatir a las guerrillas. Las bandas paramilitares comenzaron a desmovilizarse a partir de 2003, durante el mandato de Alvaro Uribe, quien gobernó Colombia de 2002 a 2010.