Ausencia de padrón electoral, incongruencias entre la nómina de votantes y sus respectivas organizaciones sindicales, número de sufragios escrutados superior a la cantidad de votantes, falta de materiales para efectuar los comicios, actas de escrutinio sin presencia de algunos candidatos, votantes que aparecían como candidatos, mesas que no se constituyeron a tiempo, cambios de última hora en los locales votación y errores en la ponderación de los sufragios.
Esas son algunas de las irregularidades y reclamos consignados por la Dirección del Trabajo (DT) en su calidad de ministro de fe del controvertido proceso eleccionario en la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), marcado por acusaciones entre las principales listas, encabezadas por la presidenta saliente Bárbara Figueroa (PC), Arturo Martínez (PS), y Nolberto Díaz (DC).
Las elecciones de la multisindical se iniciaron el 25 de agosto pero no finalizaron sino casi 10 días después con en la formación de una directiva de transición entre Figueroa y Díaz que bloqueó la presidencia de Martínez, quién obtuvo la mayoría de votos y consejeros nacionales electos, de un total de 45.
Certificados
Dichas irregularidades están contenidas en las más de 160 páginas que suman los certificados emitidos por los representantes de la DT correspondiente a cerca de 60 locales de votación constituidos por el colegio electoral de la CUT en todo el país, y a los que este medio tuvo acceso vía una solicitud por Ley de Transparencia.
“Los padrones que fueron recibidos no concordaron con los votantes, los cuáles la mayoría no se encontraba en éstos”, dice un certificado, donde se agrega que a los participantes que no figuraban en los registros “se les permitió votar por parte de los integrantes del colegio electoral, mediante acreditación de certificado de vigencia”.
En otro caso, se señala que “el padrón de votantes suplente y titular registra 149 firmas (…) sin embargo los votos escrutados titulares suman 150” y que en la nómina de autorizados a sufragar se cuentan “organizaciones con directores que no corresponden”.
Por ejemplo, en Valparaíso, se consigna una reclamación de una lista denunciando 11 irregularidades, entre ellas la presencia de votos con doble folio, “vulnerando el principio de secreto del voto” y que “nuestra lista inscribió nueve candidatos pero sólo siete aparecieron en el voto impreso”.
En la Provincia de Llanquihue/Puerto Montt, el certificado constata que la comisión electoral, “previa consulta al nivel central, decide suspender votación por no contar con padrón electoral, insumos y materiales”.
Destaca también el caso de la Provincia de Última Esperanza, en la región de Magallanes, donde por decisión de la comisión electoral se modificó el local de votación, que a las 17 horas del 25 de agosto aún no se recibían los materiales para la votación y que por dicho motivo se suspendió el proceso eleccionario.
Atribuciones
Según explicaron en la DT, pese a las situaciones constatadas durante el proceso, “la única actuación que le corresponde es la de aportar ministros de fe al momento del sufragio y escrutinio, los que solo deben dejar constancia de los hechos que se verifican en esta etapa del proceso electoral, sin facultad de hacer ningún tipo de calificación jurídica”.
Agregan que “la organización del proceso electoral desde la convocatoria hasta la determinación de los candidatos(as) electos(as) compete a los órganos internos, sea comisión electoral o tribunal electoral, como lo denominen los estatutos. Cualquier alegación debe ser resuelta internamente o por el tribunal regional electoral”.
Precisamente en esta última instancia, la lista encabezada por Nolberto Díaz ingresó ayer un recurso de impugnación (ver página 27).