Problemas vocacionales, situación económica y rendimiento académico, son tres de las principales causas de la deserción durante el primer año de universidad, la cual, de acuerdo con cifras del Ministerio de Educación, alcanzó al 31,3% en 2012. Sin embargo, hay carreras que concentran el mayor nivel de abandono, algunas de las cuales tienen, incluso, una tasa de retención inferior al 50%.
Según datos del portal mifuturo.cl, del Mineduc, la carrera universitaria con mayor deserción al primer año es Ingeniería en Marketing, con un 51,2% (ver infografía). Este plan de estudios tiene, al primer año, una empleabilidad del 96,1%, y en el mismo plazo, un ingreso promedio de un millón 78 mil pesos. Los siguientes tres puestos de la lista también son ocupados por ingenierías: en Sonido (45,7% de deserción y empleabilidad cercana al 65%), en Automatización, Instrumentación y Control (37,5% de abandono y 98% de empleabilidad) y en Geomensura y Cartografía (35,3% y 96%, respectivamente ). Con excepción de Ingeniería en Sonido, los ingresos de los primeros lugares de la lista superan el millón de pesos al primer año.
Recién en quinto lugar aparece una carrera humanista: Pedagogía en Educación de Párvulos, con un 35,5% de deserción y 79% de empleabilidad.
Para Ernesto Treviño, experto en educación de la UDP, una gran parte de la deserción en las carreras de ingeniería se explica por la escasa formación en conocimiento aplicados de matemática que, a su juicio, posee el sistema escolar chileno.
"El nivel de preparación promedio de los estudiantes que ingresan a ingeniería es insuficiente y no se condice con el nivel de exigencia de las carreras de ingeniería en la universidad, en términos de matemática", dice el académico. Agrega que esta exigencia "tiene que ver con la complejidad de los contenidos y, particularmente, con la aplicación del conocimiento matemático a la resolución de problemas ingenieriles".
En este sentido, indicó que la medición que realiza la PSU no es el elemento más idóneo para seleccionar en este tipo de carreras.
"Aunque muchos estudiantes logran alcanzar los puntajes exigidos en la PSU, es un conocimiento más bien de tipo memorístico, escolarizado, y no aplicado a la resolución de problemas, como es la exigencia en las carreras de ingeniería", destacó. Al respecto, sostuvo que una solución sería mejorar el sistema de admisión a la educación superior, ya que "la PSU no está prediciendo el rendimiento en matemática y tal vez habría que buscar combinarla con otros indicadores, que fueran mas predictivos del desempeño".
Como solución, Treviño indicó que ya algunas universidades realizan cursos de nivelación de habilidades matemáticas, para tratar de reducir el nivel de deserción en estas carreras.
Por su parte, Daniela Torre, directora del Programa de Educación Superior Innovum, de Fundación Chile, sostuvo que, dejando de lado factores que influyen en el total de la deserción a nivel nacional, como la situación económica y el rendimiento académico, el problema se explica, principalmente, por la falta de información que tienen los estudiantes a la hora de elegir una carrera.
Aunque destacó que, en el caso de Ingeniería en Marketing e Ingeniería en Sonido, son carreras que tienen poca matrícula y que no deberían influir estadísticamente, sostuvo que para la alta deserción en ambos planes de estudio "influye la mala información y las expectativas distintas que tenían los estudiantes y lo que se encuentran en definitiva".
Destacó que "esto se vincula a un tema súper crítico en el sistema, que es que se requieren mejores mecanismos de información para tomar este tipo de decisiones, mejores mecanismos para conocer cuál es el foco de estas carreras, en qué se desempeñan los egresados. No sólo cuánto van a ganar, sino lo que hacen y qué relación tiene eso con las habilidades que poseen las personas o con lo que ellas proyectan que quieren hacer después de estudiar". Al respecto, sostuvo que entre las 10 carreras con mayor deserción aparecen varias que escapan a una oferta más estándar de planes de estudio. "Son carreras que no responden a las denominaciones más comunes. Puede ser una manera de las instituciones de buscar diferenciarse, pero al hacerlo, generan esta distancia con los alumnos", concluyó.