El Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad Católica (UC) trabaja en el desarrollo de los primeros microchips "made in Chile" destinados a grandes proyectos científicos, como el Colisionador Lineal Internacional (ILC) que permitirá complementar y profundizar las investigaciones efectuadas en el Gran Colisionador de Hadrones, cuyos resultados han sido claves para la comprensión del Universo.

La apuesta en el diseño de chips por parte de los ingenieros UC, es impulsar esta área de la electrónica, donde cada vez hay más interés de los estudiantes, y dejar atrás una realidad tecnológica que hasta hace unos años se veía lejana para el país.

"Esto aún es caro en Chile, porque tiene un costo de entrada elevado para aprender hacerlo y las herramientas de software son difíciles de obtener y requieren mucho mantenimiento", cuenta el profesor Ángel Abusleme, uno de los profesionales que busca revertir dicha realidad.

El investigador participa en diferentes proyectos que abordan esta materia. Con el apoyo de un equipo de académicos y alumnos UC, hoy trabajan en el diseño de un microchip para el ILC, un nuevo acelerador de partículas de 31 kilómetros de longitud que podría arrojar luz sobre el la materia oscura del Universo.

"Estamos diseñando un chip que filtrará la señal producida por la carga eléctrica proveniente del detector y la digitalizará a gran velocidad, lo que permitirá inferir con mayor precisión la energía de las partículas que aparecen como resultado de las colisiones", destacó el ingeniero.

Abusleme precisó que el ILC permitirá complementar y profundizar los resultados de las investigaciones efectuadas en el Gran Colisionador de Hadrones del Laboratorio Europeo de Física de Partículas en Ginebra.

Desde el año pasado, el académico UC es miembro de la colaboración de ATLAS, uno de los detectores que probó en 2012 la existencia del bosón de Higgs o "partícula de Dios". Los resultados del trabajo de cooperación han permitido entender mejor la materia y de qué estamos hechos, entre otros.

En dicho proyecto, agregó el ingeniero, sólo participan de las pruebas experimentales para satisfacer las especificaciones requeridas por los nuevos parámetros del Gran Colisionador de Hadrones y realizar mediciones más precisas.

"Estamos apoyando las actualizaciones para tener una mayor capacidad de colisión, con diez veces más partículas e información que antes", señaló el profesor.

Nuevo acelerador de partículas

A mediados del año pasado, más de mil científicos e ingenieros de 24 países del mundo culminaron el diseño del ILC.

La nueva máquina dispondrá de cavidades superconductoras aceleradoras que operarán a temperaturas cercanas al cero absoluto, dando a las partículas energía de forma continua hasta que colisionen en los detectores en el centro del acelerador.

Una vez operativo, el ILC permitirá ofrecer una gran cantidad de datos a los científicos para medir con precisión propiedades de las partículas y aportar más información sobre nuevas áreas de la física.