El gobierno de Gran Bretaña anunció hoy  planes de reforma para el sistema financiero, que incluyen  reducir los riesgos bancarios y prevenir burbujas de deudas  tóxicos, con el fin de evitar futuras crisis.

Las medidas, anunciadas por el ministro de Economía, Alistair  Darling, dejan sin embargo muchos interrogantes, especialmente  acerca de la función que tendrán reguladores financieros claves,  como el Banco de Inglaterra, el Tesoro y la Autoridad de  Servicios Financieros (FSA).

El objetivo del plan, según Darling, es "reforzar  significativamente el sistema de regulación" para poder  "aprender las lecciones de aquello que fue mal y lograr reducir  los riesgos".

Sin embargo, muchas de las propuestas detalladas en el plan  deberán ser discutidas con los reguladores internacionales y con  la industria de servicios financieros, por lo que sólo un número  limitado de reformas será incluido en la nueva ley a debatirse  en el otoño boreal en el Parlamento.

Esto dejará al próximo gobierno, que será votado en mayo de  2010, con la responsabilidad de resolver los asuntos más  complejos de las reformas.

Angela Knight, a cargo de la Asociación de Banqueros  británicos, afirmó que el gobierno debería moverse "con cautela"  para no empeorar la recesión económica.

Los planes de Darling adoptan muchas propuestas hechas en  marzo pasado por el lord Adair Turner, el jefe de la FSA, y  endorsados en la cumbre del G-20 en Londres, en abril último.

Según la BBC, Estados Unidos introducirá la semana próxima  una legislación similar en su país.

Bajo los cambios propuestos por Londres, se dará más poder  para regular a aquellas instituciones financieras que presentan  "amenazas sistemáticas" al sistema financiero.

En ese sentido, podrá controlar a los fondos de inversión  libre (hedge funds) como también a todos los bancos que operen  en Gran Bretaña.

De todos modos, el Tesoro británico ha resistido una  propuesta de la Unión Europea (UE) para bloquear a fondos de  inversión libres en Estados Unidos para que se registren y  operen en la UE.

Darling afirmó sin embargo que otros mecanismos que los  bancos utilizan para esconder sus préstamos de riesgo, como los  vehículos de inversión estructural, serán regulados  cuidadosamente.

En ese sentido, aclaró que dichas regulaciones deberán ser  acordadas a nivel global, para evitar que las firmas emigren a  "jurisdicciones blandas".