El Gobierno británico consideró hoy que convocar un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia causaría división y una "gran incertidumbre económica".
En un comunicado, el Gobierno de Theresa May respondió así al anuncio de hoy de la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, de que promoverá legislación para celebrar otra consulta sobre la independencia entre el otoño de 2018 y la primavera de 2019.
"Otro referéndum sería divisorio y causaría una enorme incertidumbre económica en el peor momento", señaló el gobierno en una nota divulgada hoy, antes de que la primera ministra conservadora se disponga a activar el "brexit", posiblemente mañana.
Hace más de dos años, los escoceses votaron "de manera decisiva" a favor de seguir formando parte del Reino Unido y "la evidencia muestra claramente" que la mayoría de la población de la región "no quiere un segundo" plebiscito sobre la escisión.
En una rueda de prensa en Edimburgo, antes de que el Parlamento de Westiminster (Londres) vote hoy la legislación que autorice la activación del "brexit", Sturgeon dijo que debe "actuar" antes de que sea "demasiado tarde", debido al "muro de intransigencia" que le plantea el Gobierno de May ante el "Brexit".
En su comunicado, el gobierno británico señala que busca alcanzar con la UE una asociación que sea de beneficio para todo el Reino Unido y que en las negociaciones con la UE "se tendrán en cuenta los intereses de todas las naciones del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte)".
Agrega que el Ejecutivo británico ha trabajado con "todas las administraciones autónomas" y que "ha escuchado sus propuestas", al tiempo que subraya que reconoce áreas de interés común, como los derechos de los trabajadores, la situación de los ciudadanos comunitarios que viven en el Reino Unido y la seguridad.
Según Londres, el Gobierno escocés debería centrarse en facilitar buenos "servicios públicos" para la población de Escocia.
El Gobierno escocés, que recuerda que la región votó a favor de permanecer en la UE en el referéndum del pasado 23 de junio, se opone a la posibilidad de que el Reino Unido salga del mercado único europeo, algo que afectaría la economía de Escocia.
En la rueda de prensa en Edimburgo, Sturgeon consideró "importante" que Escocia pueda ejercer el derecho a elegir su futuro cuando "las opciones estén más claras que ahora, pero antes de que sea demasiado tarde para decidir nuestro propio camino".
Sturgeon reveló sus intenciones en vísperas de que la primera ministra británica, Theresa May, invoque el artículo 50 del Tratado de Lisboa -lo que iniciará los dos años de negociación con Bruselas para la salida de la UE-, una vez reciba la autorización del Parlamento británico.
La ministra principal precisó que la semana próxima pedirá al Parlamento autónomo de Holyrood que le autorice a solicitar la llamada "Orden 30" del Parlamento de Londres, que, si es concedida, permitiría convocar ese segundo referéndum.