Fue el incendio más destructivo registrado en los últimos años en La Serena. Ocurrió el 23 de enero y acabó con 24 locales comerciales ubicados a lo largo de la calle Domeyko y parte de calle O'Higgins, en pleno centro histórico de la ciudad.

Fueron joyerías, ventas de queso artesanal, restaurantes, peluquerías, una residencial, una agencia de taxis colectivos, entre otros, lo locales que resultaron completamente dañados. Como consecuencia, decenas de pequeños empresarios quedaron sin trabajo.

Casi seis meses después, las ruinas siguen ahí, convirtiéndose por momentos en refugio de delincuentes y vagabundos; ello por cuanto la mayoría de los propietarios carece de recursos económicos para emprender la demolición.

La Municipalidad de La Serena comenzó a demoler con sus maquinarias y personal las quemadas estructuras que quedaron en pie tras el siniestro. Los trabajos se extenderán por 30 días, una vez terminados, los costos serán traspasados a los dueños, aunque con facilidades de pago. En el lugar quedará instalado un cierre provisorio, para evitar que el sitio sea ocupado ilegalmente o genere nuevos problemas de seguridad pública.

El destino de los terrenos deberá ser definido por los propietarios, quienes se han comprometido a presentar planos con sus proyectos de reconstrucción a la Dirección de Obras Municipales. La idea es que el municipio curse rápidamente los proyectos, entregando asesoría para que cumplan con las normas legales de construcción, y luego, eventualmente, ayude a los dueños de las propiedades a acceder a fondos que les permitan edificar, recuperando así un trozo perdido de la ciudad.