Las cajas negras del tren siniestrado en el noroeste de España empezarán a aportar hoy la información sobre cómo tuvo lugar el accidente del pasado miércoles en el que murieron 79 personas.
Los encargados de recuperar el contenido de esas cajas del tren que descarriló cerca de Santiago de Compostela inician hoy en un juzgado de esa ciudad el volcado de los datos a un ordenador.
Es un material que pondrán en conocimiento del juez instructor del caso y que contribuirá a aclarar el suceso, aunque en su declaración ante el magistrado, el domingo pasado, el maquinista ya apuntó que había tenido un despiste y que circulaba a más del doble de velocidad de la permitida (190 km/h en un tramo limitado a ochenta).
Además de los informáticos trabajan en el juzgado funcionarios judiciales y técnicos del Ministerio de Fomento y de las compañías ferroviarias.
Fuentes de la investigación explicaron que las cajas negras acumulan mucha información sobre la circulación del convoy y las conversaciones en la cabina del conductor.
Otra de las claves de la investigación está en los teléfonos del maquinista, Francisco José Garzón Amo, de 52 años, que está en libertad con cargos, ya que el juez le considera responsable de un supuesto delito de homicidio por imprudencia.
El teléfono de empresa del maquinista se perdió en el siniestro, por lo que el juez ha pedido la información de llamadas y mensajes a la compañía telefónica.
Las citadas fuentes confirmaron que en las diligencias practicadas sobre el teléfono personal del conductor no se halló información acerca de llamadas o sms realizados en los instantes previos a la tragedia.
Por otra parte, el Gobierno dará explicaciones acerca de ese siniestro cuanto tenga más datos sobre cómo ocurrió, según confirmó hoy el delegado del Ejecutivo en Galicia, en respuesta a la petición de comparecencia en el Parlamento de la ministra de Fomento que ha formulado ya la oposición.