Una buena nota en el colegio, un regalo sorpresa o una comida apetitosa. Tal vez unos pesos inesperados o esa conquista amorosa que parecía imposible. O variables más sostenidas en el tiempo, como trabajo, pareja y desarrollo personal. Las razones son muchas y en gran medida subjetivas, pero el hecho es que el 83,5% de los jóvenes chilenos se considera bastante o muy feliz, según revela una encuesta desarrollada por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

"Hay cosas simples, como internet, que ahora están más a la mano y nos alegran la vida a todos", afirma José Flores (20), novel trabajador de una empresa de cobranzas de Valparaíso.

Aristeo Andrés (21) estudia una carrera universitaria en Santiago y es un poco más escéptico: "Hay una diferencia muy marcada a la hora de buscar trabajo. Allí es cuando la educación y las oportunidades hacen que unos sean más felices con su vida y otros comiencen a sentir frustración".

El análisis del Injuv es una submuestra de la Encuesta Nacional de la Juventud, aplicada durante el 2012 a 8.352 hombres y mujeres, de entre 15 y 29 años, y que contrasta con las cifras del año 2009, cuando un estudio similar arrojó que el 72,2% de los jóvenes se consideraba bastante o muy feliz con su vida. Es decir, 11,3 puntos porcentuales menos.

La actual medición, de hecho, es homologable al resultado de la Encuesta Casen 2011, donde, en una escala de 1 a 10, los jóvenes (de entre 15 y 24 años) presentaron un nivel de satisfacción de 7,4 puntos. Es decir, incluso mayor que el promedio etario nacional de 7,2.

María José Domínguez, subdirectora (S) del Injuv, explica que "estos resultados son tremendamente positivos y tienen mucho que ver con las mayores y mejores expectativas de nuestra sociedad. Al mirar hacia el futuro, los jóvenes se proyectan con una buena familia y con trabajos y estudios mejores, con logros que ellos evalúan como alcanzables".

Otro dato relevante del estudio es que, según los encuestados, las variables que tienen más peso a la hora de evaluar su grado de felicidad son el trabajo o profesión (32,1%); el hecho de poder construir una buena familia y/o relación de pareja (27,2%), y el desarrollo personal (16%).

Los ingresos económicos aparecen como la cuarta variable de más importancia, con un 9%.

El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, afirma que "conocer estos resultados es muy importante porque permite que como gobierno podamos confirmar que las políticas públicas que venimos aplicando como el Yo Trabajo Joven, de Fosis, o el Subsidio al Empleo Joven, de Sence, tienen un impacto real en mejorar la calidad de vida de los jóvenes".

Actitud positiva
El sicólogo Israel Aguire (27) trabaja en la Municipalidad de Licantén, Séptima Región, y considera que los indicadores son positivos, "sobre todo, porque reflejan una buena actitud generalizada hacia el futuro, pero tampoco debemos olvidar las movilizaciones de los últimos años y el descontento que allí se notaba".

En la encuesta también se resalta que los mayores aumentos de jóvenes que dicen sentirse contentos se dieron en los grupos socioeconómicos D y E (con 13 y 14 puntos de incremento entre 2009 y 2012, respectivamente).

También, se muestra que la satisfacción entre hombres (84%) y mujeres (83%) es prácticamente la misma, y que un mayor porcentaje de muchachos que viven en las zonas urbanas (84%) aseguró sentirse feliz, respecto de aquellos que provienen de zonas rurales (78%).