"Cómo sobrevivir al Día de Acción de Gracias si tu familia votó por Trump". "Cómo relacionarte con los miembros de tu familia que votaron por Trump en la cena de Acción de Gracias". "Día de Acción de Gracias en Trumplandia: lectores comentan sus experiencias".
Los títulos parecen una broma, pero han sido publicados en los últimos días por medios tan reputados como Vogue y The Guardian. Y hablan de la polémica más insólita que se vive en Estados Unidos por estos días. Un efecto directo de la intensa elección presidencial entre Hillary Clinton y Donald Trump, pero que esta vez pega en la mesa: cómo enfrentar el reencuentro en el tradicional Día de Acción de Gracias, donde familias enteras se reúnen después de meses sin verse.
El día es asociado a pavos, mucha comida y fútbol americano. Pero este año tiene el cariz especial de que será, en muchos hogares estadounidenses, la ocasión en que padres, hijos y abuelos tendrán largas horas para ponerse al día, contar en qué están sus vidas y discutir de política.
Y en este caso, en especial para muchos jóvenes que vuelven a sus estados desde las principales ciudades del país y deberán enfrentar a padres que tomaron una decisión que les parece horrible. "Me tomó cinco días hablar con mi mamá por teléfono", decía a The Washington Post Dale Koontz, una asistente de staff en Washington D.C., que votó por Hillary Clinton y hoy viajará a Carolina del Norte para comer con su familia, acérrimos votantes de Trump.
Pero los comentarios por el tema han sido incluso objeto de bromas. Una de las más comentadas la hizo en su programa la presentadora Ellen DeGeneres, quien montó un sketch familiar en que la gente se agita discutiendo de política mientras come. De pronto, en medio de la mesa, aparece Wolf Blitzer, uno de los presentadores estrella de la CNN y un rostro clásico de las elecciones. En medio de la discusión, Blitzer interviene para moderar y dice: "Señores, volvamos a la que era la pregunta original: ¿quién puede pasar la sal?"