Siria aceptó ayer que los inspectores de Naciones Unidas comiencen a investigar a partir de hoy el presunto uso de armas químicas cerca de Damasco, en momentos en que la comunidad internacional hace crecer su presión sobre el régimen de Basher Assad, evaluando una posible acción militar.
La ONU confirmó que sus expertos irán a los lugares donde se produjo el ataque. sin embargo, Estados Unidos consideró que la decisión del régimen sirio "de permitir la entrada de un equipo de la ONU llega tarde y es muy poco creíble, teniendo en cuenta, además, que las pruebas del ataque después de cinco días se han podido destruir y alterar".