Quienes visiten en marzo el Parque Araucano encontrarán una grata sorpresa. En el sector de Presidente Riesco con Av. Manquehue, en una especie de meseta que está frente a la pasarela peatonal, verán una imagen poco santiaguina: un laberinto formado por más de 14 mil plantas de maíz.
La gracia es que las personas podrán recorrerlo para hallar la salida o, simplemente, perderse en él. Mientras avanzan, encontrarán una zona de descanso en la que sentirán el aroma de hierbas como menta, romero y albahaca. Unos metros más adelante, se toparán con una poza de agua para mojarse los pies.
El jardín de los senderos que se bifurcan es el nombre de esta instalación arquitectónica y sus autores son los arquitectos Alejandro Beals y Loreto Lyon, socios de la oficina Beals & Lyon. La obra fue la ganadora de YAP Constructo, un programa organizado por el MoMA de Nueva York y la plataforma cultural chilena Constructo, que destaca a arquitectos nacionales sub 35.
"De un total aproximado de 50 oficinas, se seleccionan cinco finalistas. A estos se les invita a intervenir un lugar de Santiago con una estructura temporal al aire libre, que permita acoger eventos culturales", explica Marcelo Sarovic, director del programa. En las versiones anteriores se premiaron dos instalaciones en Matucana 100 y este año, el laberinto de maíz.
"Quisimos crear un espacio interior donde la gente se pierda y abstraiga de la ciudad, pero sin que deje de sentir que está dentro del parque. Investigamos y vimos que los laberintos de los parques clásicos generan esa sensación. Eran comunes en el siglo XIX en Inglaterra y Francia, como el de Versalles", asegura Lyon.
El del Parque Araucano será temporal. Estará abierto desde la primera semana de marzo hasta comienzos de mayo y tendrá una superficie de mil m2 y 300 metros lineales de recorrido.
Deleite para los sentidos
Una de sus particularidades es que tendrá diferentes zonas de descanso. En cada una se podrá experimentar con uno de los cinco sentidos. Además del espacio dedicado al olfato (con las hierbas aromáticas) y el tacto (con la poza de agua), habrá otros para deleitar el gusto, donde se venderá choclo con mantequilla, y el oído, en el que pinchará un Dj y que tendrá jaulas con aves.
En una quinta sala al aire libre se realizarán intervenciones audiovisuales, todos los sábados de marzo. En ese espacio se instalará una torre que en la noche se iluminará como una lámpara.
El laberinto se construye desde comienzos de enero, en una cancha de maicillo que hay en la zona oriente del parque. Se partió por el sendero, una estructura hecha de madera reciclada, que está suspendida a 40 centímetros del suelo. Y esta semana se empezó a plantar el choclo. La idea es que en abril alcancen los dos metros de altura.
"El Araucano hoy parece un mall al aire libre y esta intervención invita a disfrutarlo como lo que es, un parque", concluye el arquitecto Alejandro Beals.