Este jueves se revelaron los primeros avances del informe que recopilará los detalles del monitoreo a la Falla de San Ramón, en la Región Metropolitana. Autoridades de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) y del Centro Sismológico Nacional anunciaron la instalación de los primeros equipos que definirán el comportamiento de la falla y su potencial.
El proyecto Falla de San Ramón contempla la instalación de seis estaciones sismológicas de superficie, una estación de pozo y la utilización de cinco estaciones GPS para medir las deformaciones sobre la falla.
Actualmente ya están montadas cuatro de las estaciones superficiales y se han iniciado los primeros trabajos de medición GPS. Las instalaciones restantes comenzarán a operar a fines de este año, periodo en el que se presume ya estarán listos los primeros antecedentes de la investigación que permitirán tomar decisiones en función de los resultados.
"Estamos orientados a ver donde existe una mayor frecuencia de sismicidad y así hacer una proyección de donde podría producirse un terremoto. Con esto podremos acotar los escenarios de vulnerabilidad en caso de que ocurra un terremoto", afirmó el director de la Onemi, Ricardo Toro.
Durante la instancia también se reiteraron detalles sobre la naturaleza de la falla, asegurando que se trata de una falla cortical activa ubicada en el piedemonte cordillerano de la cuenca de Santiago. Su extensión es de unos 10 a 12 kilómetros de profundidad bajo el cerro San Ramón y abarca una traza aproximada de 25 a 30 kilómetros entre los ríos Mapocho y Maipo.
Según aclararon las autoridades, el próximo informe estará previsto para fines de este año, momento en el que se tendrán antecedentes más precisos que puedan transparentar más información sobre el comportamiento de la falla.