Luego de un mes de movilizaciones, los alumnos del Instituto Nacional se tomaron este miércoles el establecimiento. La principal razón, según ellos, sería la poca respuesta por parte del alcalde de la comuna, Felipe Alessandri, ante un petitorio entregado por la comunidad estudiantil.
El presidente del Centro de Alumnos, Antonio del Pozo, explicó que "hicimos llegar un compendio de demandas, y ante la poca proactividad de la autoridad, el alumnado ha decidido adoptar este método de movilización".
El petitorio tiene cinco ejes: un espacio democrático donde los estudiantes puedan discutir y reflexionar, educación igualitaria y no sexista, mejoras en la infraestructura y en la administración financiera y, finalmente, la desmunicipalización.
Tras la toma del colegio, desde la Municipalidad de Santiago ingresó a la Intendencia una orden de desalojo para el Instituto Nacional y el Liceo Confederación Suiza, que también se encuentra en toma.
Por su parte, la dirección del emblemático colegio publicó un comunicado en donde lamentaron la acción de los alumnos y anunciaron la suspensión de las clases. "El nivel de agresividad ejercida nos ha obligado a suspender las actividades docentes, precaviendo el resguardo de la integridad de estudiantes y funcionarios", señala el aviso en la página web de la institución.
Sin embargo, el representante estudiantil descartó lo anterior, pues señaló que "las actas de la votación de la movilización fueron entregadas precisamente al rector de nuestro liceo, dándole toda una tarde para que se guardaran las cosas y se avisara a los funcionarios que el colegio iba a estar tomado"
Por su parte, Alessandri fue enfático en señalar que "voy a ser inflexible en mi postura. Dialogo con todos, pero sin ocupaciones ilegales. Hay que entender que asegurar el servicio educativo es un deber del sostenedor. Es lo que nos pide la ley y estaríamos faltando a ella si dejáramos que esto ocurra sin intervención alguna", dijo.
Además, sobre los posibles daños que podría registrar el establecimiento, el edil afirmó que luego de cada toma "se realizará una evaluación, tras lo cual se aplicará la política del "rompe-paga", porque debemos hacer cumplir la ley y porque no están los recursos para estar reparando los daños cometidos en establecimientos que son ilegalmente tomados por una minoría",
Sin embargo, Del Pozo afirmó que ya hay comisiones de seguridad que se encargan de salvaguardar la integridad de la infraestructura del liceo, e hizo un llamado al alcalde Alessandri a centrarse en resolver las problemáticas, que están evidenciadas por los mismos estudiantes que se enfrentan día a día a una realidad que es precaria".
La situación representa un gran desafío para los directivos del establecimiento, pues la Municipalidad de Santiago envió hace unas semanas una circular en que informa "la obligatoriedad de efectuar recuperación de clases en el presente año lectivo" y que no podrá hacerse durante enero.