Un ambiente de felicidad es el que se vivía ayer en los pasillos del Instituto Nacional, tras recibir la noticia de que nuevamente era el colegio con mayor cantidad de puntajes nacionales en el país. Pero la alegría fue mayor al comprobar que este año prácticamente duplicaron los resultados máximos obtenidos en el proceso anterior, al pasar de ocho a 15. Vale agregar que, en total, este año, los colegios municipales sumaron 20 puntajes nacionales, por lo que el establecimiento de la calle Arturo Prat por sí solo aportó el 75% de estos.

Otra buena noticia fue el aumento en cinco puntos de su promedio entre Lenguaje y Matemática, al pasar de 642,5 puntos a 647,4.

Para el rector del Instituto Nacional, Fernando Soto, uno de los posibles factores que se pueden atribuir a estas alzas es la baja de movilizaciones estudiantiles que se produjo durante 2017.

"Por supuesto que incide menos movilizaciones, porque ahora se pudo tener una mayor cobertura curricular y así los profesores cumplen con los programas y contenidos que se requieren. Afortunadamente, ahora tuvimos más días de clases, y en la medida en que haya más clases, podremos tener mejores resultados", explica Soto.

La visión del rector no es compartida por gran parte de los alumnos que fueron puntajes nacionales, como el caso de Sebastián Flores, quien obtuvo la doble distinción en Matemática e Historia. "No creo que menos movilizaciones influyan, porque en años anteriores fuimos los mismos que nos quedamos sin clases y la pérdida de contenidos se acumula, por eso es algo de cada alumno", argumenta Sebastián Flores.

Si bien el emblemático liceo logró avances en sus mejores alumnos, este año volvió a bajar de posición entre los establecimientos municipales, pasando del segundo al tercer lugar, quedando por detrás del Liceo Augusto D'Halmar, de Ñuñoa, y el Liceo Bicentenario de San Pedro, de Puente Alto.

El quedar relegado a la tercera posición no es considerado como algo negativo para el rector Soto, quien sostiene que el tener un mayor número de estudiantes debe tomarse en cuenta.

"Nos alegra que más colegios municipales tengan buenos resultados porque eso son buenas noticias para la educación pública. Nosotros también tenemos buenos puntajes, pero si se nos compara con colegios donde egresan 30 niños versus los 625 del Instituto Nacional se hace imposible lograr justicia", agrega Soto.

El hecho de que el Nacional sea catalogado como un colegio de excelencia y que por su selección de estudiantes se distinga del resto, no es bien tomado por algunos de sus propios alumnos.

"No debería haber colegios de excelencia, porque son muy pocos en comparación con el resto que existen en el país. El capital cultural tendría que ser repartido para todos de forma equitativa", sostiene Cristóbal Vallejos, puntaje nacional en la PSU de Historia.