Este lunes dejó el anexo cárcel Capitán Yáber el ingeniero comercial Rafael Garay, luego de que el Tercer Juzgado de Garantía de Santiago decretara su arresto domiciliario total.
La salida se concretó pocos minutos antes del mediodía. En el frontis, un nutrido grupo de reporteros y algunos transeúntes lo aguardaban. Y fueron estos últimos los que provocaron que su "bienvenida" a la calle (transitoria, porque deberá permanecer en su casa) no fuera la mejor.
En efecto, "Garay" fue recibido por insultos y garabatos mientras esquivaba a los medios y subía a un vehículo que lo esperaba en el exterior. Silente, lució zapatos cafés, jeans y camisa, y sobre él portaba una bolsa de basura con ropa y objetos personales.
Rafael Garay está imputado por estafa y apropiación indebida por un monto cercano a los $1.800 millones. Se encontraba en prisión preventiva desde el 16 de marzo pasado, cuando arribó extraditado desde Rumania.
A Europa partió a mediados del 2016, bajo la excusa de tratarse un cáncer terminal. Sin embargo, al perder contacto, la familia presentó una denuncia por presunta desgracia, lo que derivó en el descubrimiento de esta trama que lo tiene procesado.
Y junto con cumplir el arresto domiciliario total, deberá también someterse a un tratamiento siquiátrico de control del alcohol.