El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, inauguró la 44 Asamblea General del organismo en Asunción con un discurso en el que defendió el rol de la institución como foro político de las Américas y en el que rechazó la aplicación de sanciones contra Venezuela.
"La OEA responde a su principal objetivo, ser el foro político de los países de América, donde todo se dice, donde hay un verdadero diálogo, siempre con dignidad y respeto", señaló en la sede del Banco Central de Paraguay, donde se llevó a cabo la ceremonia oficial de apertura de la Asamblea.
El secretario general reafirmó la necesidad de recurrir al diálogo para resolver la crisis en Venezuela, y dijo que "la solución debe encontrarse sin presiones ni sanciones", en una directa referencia al proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos que contempla sancionar a funcionarios venezolanos por la represión de las protestas.
"Desde un inicio sostuve que realizar un diálogo entre las partes era indispensable y que la OEA podía contribuir a ello. La decisión fue hacerlo bajo los auspicios de Unasur y aplaudimos tal determinación. Sin embargo vemos con tristeza que el diálogo no avanza", señaló.
"Una vez más convocamos al gobierno y a la oposición de Venezuela a buscar un entendimiento que todo su pueblo anhela", declaró Insulza, que se mostró preocupado por la crisis en el país, donde más de 40 personas murieron por las protestas registradas desde febrero pasado.
"La búsqueda de consensos es un camino complejo, pero no renunciemos a ello, porque las soluciones consensuadas son más sólidas y más perdurables", apuntó.
Insulza destacó asimismo la importancia del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH), al que consideró "una de las principales riquezas de la organización", así como el proceso de debate sobre su funcionamiento y sobre la universalidad de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Sin embargo, consideró que "este proceso ha derivado claramente hacia direcciones distintas de las imaginadas originalmente". Pocos días antes de la Asamblea de la OEA los cancilleres de los países de la Unasur decidieron en Ecuador solicitar que la CIDH, que actualmente tiene su sede en Washington, sesione en varios países de la región.
Por otra parte, dijo que la OEA no pretende ser la única entidad representativa del continente. "Reconocemos y valoramos el surgimiento de nuevos organismos que cumplen tareas que la OEA no estaba destinada a cumplir", manifestó, y mencionó a algunos de los bloques regionales como la Unasur, la Celac o el Mercosur, con los que aseguró busca "tener las mejores relaciones".