El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, despidió hoy con "tristeza" al ex embajador de Honduras Carlos Sosa Coello, quien representó al depuesto presidente Manuel Zelaya ante el organismo regional y que regresará próximamente a su país.
El titular de la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó su "tristeza" por la partida de Sosa, y destacó su "inteligencia, capacidad, simpatía y ecuanimidad".
Insulza le deseó, además, "un buen retorno a su país", donde este domingo se celebran unas elecciones generales sin que Zelaya haya sido restituido en el Poder tras el golpe de Estado del pasado 28 de junio en Honduras.
Dos días antes del golpe de Estado contra Zelaya, Sosa fue el encargado de pedir ante el Consejo Permanente de la OEA la "asistencia" del organismo en la crisis política de Honduras, al considerar que la institucionalidad democrática y el ejercicio legítimo del poder estaban en riesgo.
El diplomático solicitó entonces el envío de una misión para que analizara los acontecimientos políticos en la nación centroamericana.
La petición de Sosa se produjo a raíz de la inestabilidad surgida en Honduras ante el rechazo en algunos ámbitos de la consulta popular que promovió Zelaya con vistas a un cambio constitucional y que, según sus críticos, buscaba su continuidad en el poder.
Dos días después, Zelaya fue derrocado mediante un golpe de Estado y expulsado de su país.
A partir del derrocamiento de su presidente, Sosa siguió trabajando en Washington por el restablecimiento del orden democrático y constitucional en su país y por la restitución de Zelaya en el poder.
Dado que Honduras está suspendida como miembro de la OEA, Sosa tuvo que abandonar su puesto como embajador en este organismo, aunque ha permanecido en Estados Unidos.
Hasta que Honduras vuelva al seno de la OEA, lo que ocurrirá cuando se estime que se ha restablecido el orden democrático y se ha cumplido con el Acuerdo Tegucigalpa, San José no podrá tener un representante en el organismo.
A partir del 27 de enero, el nuevo mandatario en Honduras tendrá que nombrar, si ese país hubiera vuelto a la OEA, a su propio embajador.