"El viernes en la noche lo perdí todo. El agua entró por el patio y salió por la puerta principal; mi mujer y mi hijo menor arrancaron con lo puesto. Nadie nos aviso del peligro. Desde ese día que estoy haciendo la guardia, para que no me roben las cosas que se pueden recuperar, como los muebles, pero la ropa de cama, televisores y cosas de la cocina no sirven para nada". Así relató Eduardo Gutiérrez (44), residente del pasaje Marcelo Solís, del sector Conchuelas, en Chañaral, lo vivido durante el fin de semana con las lluvias que causaron desbordes y aluviones en la Región de Atacama.
Su casa, al igual que las de sus vecinos, está ubicada en la quebrada del mismo nombre, que se activó con el reciente temporal. "Espero pagar este mes de arriendo e irme de acá, no tengo cómo limpiar el barro de la casa, el problema es que no sé dónde vivir, abajo tampoco es seguro. Chañaral cada vez sufre más y las posibilidades de surgir se terminan con este nuevo golpe", advirtió.
Según el catastro preliminar, son 3.400 viviendas las que fueron afectadas por el barro y el agua en la región, lo que obligó a decretarla como zona de catástrofe. Ello también permitirá la entrega de un bono por parte del gobierno. "Estamos ocupados en la limpieza y despeje del barro, en la recuperación de las viviendas y en agilizar las ayudas. Vamos a entregar un bono de enseres a las familias damnificadas equivalente a un $1 millón. Le pedimos al Ministerio de Desarrollo Social y al Ministerio de Vivienda contar con el catastro de las personas damnificadas esta semana, para comenzar rápido con dicha ayuda", indicó el intendente de Atacama, Miguel Vargas.
Añadió que "todo depende de la velocidad con que hagamos el catastro, pero ya tenemos experiencia en eso, por los aluviones de 2015".
Se informó que la región recuperó el 90% de la conectividad y el 100% del suministro eléctrico. "Lo más urgente es la limpieza de las calles y las casas", explicaron en la Municipalidad de Chañaral. Respecto del agua potable, la autoridad regional informó que -hasta anoche- cerca del 60% de la población tenía acceso a la red, mientras que el otro 40% se está abasteciendo vía camiones aljibes y estanques de emergencia.
Para agilizar las labores de limpieza, desde hoy se sumarán 400 efectivos militares, más un contingente extra de carabineros y el apoyo de privados.
Ayuda municipal
Sin embargo, la Asociación de Alcaldes de Atacama, representados por el edil de Tierra Amarilla, Osvaldo Delgado, solicitó en Santiago apoyo de la Asociación Chilena de Municipalidades, para visibilizar la real dimensión de la emergencia y transparentar -aseguran- "la presión que fue necesaria para que se decretara zona de catástrofe".
Según el edil, "primero se le intentó bajar el perfil a la situación, siendo que muchas comunas estaban muy afectadas. Les aseguro que se vive una situación tremendamente difícil, sobre todo en Alto del Carmen, Chañaral y Tierra Amarilla, donde hoy la población no cuenta con agua potable y tampoco con consultorios, ya que el consultorio Salvador Allende está inutilizable debido al barro". En su comuna, también se perdieron espacios públicos, como el estadio y la piscina municipal, totalmente inundados por el lodo.
En su recorrido por el sector el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, señaló que las obras de mitigación postaluvión de 2015, como piscinas decantadoras y trabajos en las quebradas, ayudaron a mitigar los efectos del temporal. "Luego de la etapa de emergencia y limpieza tendremos que hacer obras y piscinas adicionales para reducir más el impacto de las crecidas", dijo Undurraga.