Una turba intentó hoy jueves ingresar en una sede policial para linchar al hombre que -con su amante y una amiga- introdujo durante un mes 42 agujas en el cuerpo de su hijastro de dos años, como parte de un ritual de una secta religiosa, en el estado de Bahía, noreste de Brasil.
Lo informó la cadena televisiva Globo, luego de la conmoción nacional causada por el caso del niño que está internado en grave estado con perforación de pulmón y del corazón por las agujas que su padrastro le introdujo en todo el cuerpo.
Los tres acusados debieron ser transferidos de la comisaría de Ibotirama, interior del estado de Bahía, hasta un municipio vecino para evitar ser linchados.
Los vecinos rompieron los vidrios de la comisaría y el automóvil del comisario Helder Santana, quien contó que pidió la prisión preventiva de los tres acusados: el albañil Roberto Carlos Magalhaes, de 30 años, su amante Angelina Ribeiro y una amiga de ambos, María dos Anjos Nascimento.
Magalhaes tenía una relación hace seis meses con la madre del niño víctima. Al ser detenido confesó que en el último mes consiguió una amante y con una amiga de ella comenzaron a realizar rituales de una secta mediante la introducción de agujas en varias partes del cuerpo del niño.
La ciudad más próxima a Ibotirama es Barreiras, donde estuvo internado hasta hoy el niño, quien fue llevado al Hospital Ana Neri de Salvador, capital de Bahía.
"El corre riesgo de muerte. Queremos sacar las agujas que afectan los órganos vitales pero antes hay que hacer una cuidadosa evaluación", dijo el director del hospital, Francisco Reis, en conferencia de prensa.