Con 34 reos y cinco gendarmes heridos terminó el intento de motín en la cárcel de Antofagasta. Los desórdenes comenzaron cerca de las 11.30 de esta mañana, cuando un grupo de reclusos, que estaban en los patios 1, 2 y 3, se subieron al techo del recinto penitenciario manifestándose con lienzos y realizando disparos al aire.
Cuatro de los reos heridos fueron trasladados con lesiones leves al Hosptal Regional de la ciudad, mientras los efectivos de Gendarmería, también con heridas leves, fueron llevados al Hospital Militar.
Al lugar, llegó personal de Bomberos, quienes ayudaron a controlar el incendio provocado por los mismos internos y que comenzó cerca del mediodía.
José Maldonado, presidente de la Asociación Nacional de Oficiales Penitenciarios, señaló que la situación en el penal se encuentra controlada, aunque todavía quedan algunos focos al interior del recinto.
"La unidad de servicio especial penitenciaria que está reforzando el perímentro indicó que la situación estaría controlada en este minuto, que quedan algunos focos dentro del recinto, pero ya no estaría en riesgo la seguridad pública en Antofagasta", indicó Maldonado a CNN Chile.
Por su parte, el alcaide de la cárcel de Antofagasta, Víctor Hugo Miranda, confirmó que este intento de motín dejó 13 internos con lesiones menores por balines. Mientras que el herido más grave resultó con daño ocular, por lo que fue trasladado al Hospital Regional.
Agregó que en este incidente participaron 650 internos, lo que corresponde a la mitad de la población penal y que pertenecen a los módulos 1, 2 y 3.
Con esta medida de presión los reos exigen beneficios carcelarios y protestan de alguna manera con lo ocurrido en la Cárcel de San Miguel. Es más, 800 de los 1.300 reos del penal permanecen en huelga de hambre tras este lamentable incendio.
En tanto, en las afueras del recinto penitenciario las familias de los internos provocan serios enfrentamientos con carabineros. Los parientes lanzan piedras a la cárcel, por lo que los funcionarios policiales se encuentran atrincherados.
Dado este hecho, la policía debió actuar con bombas lacrimógenas para controlar los desmanes.