Veinte reclusas del Complejo Penitenciario de Valparaíso participaron durante cuatro meses en un taller literario inserto en el Plan Nacional de Fomento de la Lectura Lee Chile lee, impulsado por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Una de las internas, Elena Marambio, que deberá permanecer más de 13 años en la cárcel, escribió Flagelo y amor, con el objetivo de ayudar de alguna forma a su hija, quien se encuentra inserta en las drogas.
"Quise hacer esta obra para mi hija, porque estando encerrada no puedo hacer nada para ayudarla. Es una forma de entregar un mensaje y demostrar que consumiendo no se llega a ningún lado. Después de las drogas viene la prostitución, el robo, y no quiero que ella sea delincuente como yo", dijo.
La poetisa Libertad Manque, encargada de impartir el taller, destacó que "a través de la lectura y la escritura uno resignifica la vida, y las chiquillas han ido cambiando de a poco. La primera vez fue difícil porque es un lugar al que uno no está acostumbrada, pero luego es inevitable tener lazos con ellas porque somos mujeres, y el hecho que yo esté afuera y ellas encerradas es sólo circunstancial". Por eso, "le doy gracias a la vida por la oportunidad, porque trabajar con ellas es recuperar personas, y eso no tiene precio. El arte carcelario sirve y la lectura es una buena fórmula porque nos hace libre", agregó.
Junto con recibir sus certificaciones, las participantes expusieron ante las autoridades del penal, representantes del CNCA, la Dibam, familiares y amigos; los cuentos que con dedicación lograron realizar, muchos de ellos cargados con sus propias vivencias.