"Debería ser como cualquiera de los otros shows de Interpol, pero mejor", dice Paul Banks, el vocalista y guitarrista de Interpol, al teléfono desde su casa en Nueva York, sobre la presentación que la banda hará el sábado 14 de marzo en el festival Lollapalooza Chile.
Esta no es la primera vez que el conjunto, que revitalizó en el nuevo siglo las texturas densas del post-punk, toca en el país -ya han venido dos veces y Banks suma un show solista-, pero el músico no oculta su entusiasmo por una nueva visita: "Estoy esperando esa comida y a la gente, que es muy entusiasta. Hay una muy buena energía en Sudamérica, es un lugar maravilloso donde ir. Una de las cosas afortunadas de estar en una banda es que tienes la oportunidad de ir a rockear a lugares como Sudamérica, eso es grandioso".
Esta vez, Interpol llega en formato de trío y con un nuevo y alabado disco bajo el brazo: El pintor (2014). Un trabajo que llegó a revitalizar a la banda, luego de cuatro años sin editar nueva música y tras una suerte de receso en el que Banks trabajó en su carrera solista. "No creo que haya sido un regreso, sino que fue un desafío tener que escribir un disco como un trío: era la primera vez que componíamos con sólo tres integrantes, así que nos entusiasmó mucho haberlo hecho. No lo veo como un retorno, pero si la gente quiere llamarlo así, puede hacerlo".
Según cuenta el músico, este buen recibimiento se extendió a los conciertos: "Estábamos muy emocionados cuando empezamos la gira: ya habíamos lanzado el single All the rage back home y la gente estaba empezando a reaccionar muy bien en vivo, entonces era muy emocionante ver eso".
Festivaleros
Acerca del nuevo show, el mismo que pasará por la cita del Parque O'Higgins, el intérprete comenta: "Vamos a tocar canciones de todos los discos, poseemos una nueva producción que me tiene muy emocionado: es una persona que hace unas proyecciones muy buenas y ahora es parte de nuestro equipo, así que el show en vivo es diferente a todo lo que hemos hecho antes. Estamos bien, llevamos bastante tiempo de gira, así que los conciertos están bien aceitados".
Esta es la primera vez que Interpol hará un show en Chile que no sea con ellos como atracción principal. Y Banks toma ese nuevo rango como algo positivo: "Los festivales son diferentes, porque usualmente no haces prueba de sonido, sino que llegas y tocas, pero eso mismo los hace emocionantes, además de que hay mucha gente con mucha energía". Y agrega: "Hay un tipo de energía genial y siempre es interesante tocar para públicos enormes. Definitivamente son diferentes a los shows en solitario, pero son entretenidos".
Éxito masivo
A pesar de los buenos resultados de crítica de El pintor, Interpol es una agrupación que aún no alcanza la masividad absoluta, aunque siempre ha disfrutado del espaldarazo de los medios especializados y de las audiencias vinculadas al rock independiente.
Pero esto no es algo que le moleste a Banks: "Jamás hemos hecho música que debía sonar en la radio o ser mainstream. Pero a veces tienes suerte y funciona tanto para nuestro público y más gente. Siento que fuimos afortunados en ese sentido, porque no es que tratemos de conseguirlo". Eso sí, el acento está en generar buen material: "Mientras nosotros pensemos que es bueno, nuestros seguidores van a pensar que lo es y eso es lo que nos importa. Si tiene o no éxito en una escala mayor, eso es algo extra".
Algo parecido le ocurre al analizar el lugar de Interpol en la industria de la música: "Es muy fácil pasar de ser una banda respetada y establecida a, de pronto, ser un grupo viejo que no le importa a nadie. No tomamos nada por sentado. Y creo que somos el tipo de banda que no va a forzar las cosas y lanzar un disco que creamos que es una porquería y del que nuestros fans digan 'ya no les importa, no los seguiremos'. Somos muy cuidadosos en satisfacernos a nosotros mismos, esperando que pase lo mismo con nuestro público".